miércoles, 30 de diciembre de 2020

Post de Final de Año: Lo que podríamos haber pedido al 2020...


Se acaba el año, 12 meses que no olvidaremos. Un año distinto, duro, que nadie hubiese  imaginado cuando antes de acabar el 2019 pensábamos en todo lo que le íbamos a pedir al maravilloso 2020. Me pregunto... si hubiésemos sabido lo que iba a suceder ¿le hubiésemos pedido lo mismo?

Desde hace más de 6 años decidí que a cada año nuevo solo le pediría salud para todos y que del resto de sueños e ilusiones que quería conseguir me encargaría yo. Y esta vez no va a ser diferente. 

La verdad es que no ha sido el año que esperaba, quizás consuela saber que no lo ha sido para casi toda la humanidad. 

Este año me ha llevado a...:

* Hacerme muchas preguntas: 

- ¿qué hubiese pasado si este virus no hubiese afectado a los países más ricos del mundo y solo lo hubiese hecho en los países más pobres? 

- ¿qué es lo más importante en la vida aparte de la salud?

- ¿por qué nos empeñamos a que los demás piensen y sientan como lo hacemos nosotros?

- ¿por qué sigue incomodando tanto la diferencia?

- ¿por qué no dejamos de interpretar todo lo que pasa a nuestro alrededor?

* Darme cuenta...

- de lo mucho que quiero a mi familia y a mis amigos.

- de lo importante que es para mí hacer deporte, viajar y trabajar en proyectos que me apasionen  para no apagarme o sentir que no soy yo.

- de las cosas que me hacen inmensamente feliz y de lo que detesto (quizás también tan profundamente).

- de lo vulnerable y frágiles que somos las personas.

- de lo mucho que me molesta que la gente sea egoísta o poco empática.

- de la admiración que tengo hacia las personas que trabajan por conseguir sus sueños.

- de lo importante que es equilibrar el trabajo con la vida personal.

* A querer olvidar...

- el dolor provocado por todas las personas que nos han dejado.

los proyectos que no hemos podido realizar.

- las competiciones donde no hemos participado. 

- los viajes anulados.

- los abrazos y besos que no he podido dar.

Se me hace difícil escribir qué ha sido lo mejor y lo peor. Quiero quedarme de nuevo con lo bueno. De este 2020 recordaré:

- la fortaleza que me han mostrado mi familia y mis amigos en momentos muy duros que nos ha traído el confinamiento.

- la voluntad y esfuerzo que he dedicado para recuperarme del accidente en bicicleta.

- poder empezar a formar parte del Equipo de Triatlón TeamKoraxan  liderado por una gran persona y triatleta Judith Corachán que me ha permitido conocer a gente maravillosa que ama el deporte, el esfuerzo y los retos tanto como lo hago yo.

- haber ganado la Mención Internacional gracias a mis estancias investigadoras con la Universidad Radboud en Holanda.

- mi incansable dedicación a mi trabajo y tesis doctoral que espero muy pronto poder presentar

- poder celebrar los éxitos conseguidos por personas que admiro por su fuerza y talento.

- los te quiero y te echo de menos. 

Adiós 2020, hasta nunca, gracias por enseñarme que cuando perdemos el equilibrio dejamos de ser nosotros.... bienvenido 2021, el año para  volver a ser nosotros ... Sin quejas, con mucha ilusión y esfuerzo... ¡Vamos a por ello!

Por último mil gracias por las 223300 visitas y por todas las personas que pasan cada semana por este sencillo blog... Ojalá que nos podamos seguir acompañando por mucho tiempo.

jueves, 17 de diciembre de 2020

Post del Viernes: Porque ¿es todo medible?


Pienso en la felicidad, intento medirla y no puedo. No puedo pesarla ni saber cuanto mide.

Pienso en el miedo, intento medirlo y no puedo. No puedo saber cuanto influye dentro de las personas.

Pienso en la pasión, intento medirla y no puedo. No puedo saber cuánto pesa en nuestra mente y en nuestro corazón.

Pienso en el amor, intento medirlo y no puedo. No puedo saber cuanto ocupa el amor de una madre o de una abuela.

Pienso en la rabia. No puedo saber que porcentaje hace que una persona actúe con violencia

Aun buscando en Google no encontraría la respuesta. Desde una mente cada vez más científica que emocional, tengo que reconocer que lo que no es medible pasa a adquirir una peso supremo en nuestras vidas. Nuestra estabilidad se relaciona a muchos de estos conceptos.  

Sigo pensando que no puedo medir la ilusión de un niño cuando abre un regalo, la alegría que supone para alguien tener noticias de un buen amigo después de mucho tiempo, la satisfacción de los padres hacia sus hijos, el entusiasmo cuando consigues algo que pensabas que no lograrías...

Asumir que no todo es medible, ni predecible, ni asumible, ni previsible... Quizás el mejor objetivo es aprender a vivir sin controlar o esperar, sin medir, ... quizás aquí está la clave de todo para no esperar aquello que no llega o querer manipular lo no manipulable. Seguiremos pensándolo, seguiremos adelante, siempre adelante.

Buen fin de semana para tod@s!


jueves, 10 de diciembre de 2020

Post del Viernes: A eso llamado pasado...


Cuando nos sentimos algo intranquilos muchos escuchamos música. Me considero una persona más de radio, pero cuando opto por "utilizarla" las consecuencias siempre son positivas. Cada uno tenemos "nuestras" canciones, aquellas que conectan directamente con lo que somos realmente. Para mí, una de las canciones que más consiguen serenarme es la banda sonora de la película de Memorias de África... Supongo que tiene mucho que ver con el tiempo que pasé viviendo allí. La novela de Brixen también es una joya para descubrir. Una historia dura y a la vez maravillosa de una mujer valiente, que después de una infidelidad de su marido, decide viajar a África para hacerse cargo de una plantación de café. 
Lo que más me impactó de esta historia es conocer que la autora, después de vivir en África y volver a su país natal, nunca quiso hablar sobre su experiencia en aquel país lejano. Aquella experiencia quedó en su memoria para siempre pero solo para ella.

Recordar esta historia me ha hecho pensar en cómo las personas "convivimos" con nuestro pasado. Algunas  deciden instalarse siempre allí y vivir el presente de igual forma, reviviendo infinitamente lo ya vivido. Otras prefieren volver a él para recordar alguna experiencia o aprendizaje pero con la mirada puesta en el presente y el futuro. Y otras no quieren echar la mirada atrás nunca, anulando todo lo experimentado. Pensando sobre estas posturas, quizás la opción más inteligente sería poder hacer una mezcla de todas ellas, eso depende de según como se mire y se vive.... Porque ¿debemos expresarle agradecimiento al pasado? Yo creo que sí. El pasado recoge todo lo que nos ha dado la vida, todo aquello que nos ha regalado y también los momentos en los que más nos ha hecho sufrir. Y todo este bagaje experiencial se almacena en lo que somos, vivimos y en cómo actuamos.

Soy de esas que miro el pasado en ocasiones con cierto recelo, especialmente cuando siento que lo que estoy viviendo en el presente "ya lo he vivido" y esto genera en mi incomodidad y cierto nerviosismo, con ganas de salir corriendo. Si hay que seguir remando hacia el futuro ¿todo no tendría que tener un tono más nuevo, más novedoso?... Para sentir que la vida tiene un aire y un olor diferente el pasado solo puede convertirse en un puente que te lleve hacia delante.  Yo lo vivo así, sin más. Hace tiempo alguien me dijo que el misterio de esta vida es vivirla lo más consciente posible porque si no, cuando queramos darle la mano,  habrá pasado la ocasión de poder hacerlo. Sin forzar, pero avanzando... Porque el tiempo pasa deprisa, y la vida también.

Así que restando todo lo aprendido, a eso que yo llamo pasado, quiero mirarlo de reojo. Le saludo educadamente porque le estoy agradecida, pero le expreso que lo que toca vivir ahora quiero hacerlo eligiendo, sintiendo y posicionándome de forma distinta. Y creo tener derecho, como lo tiene cualquier ser humano. A eso llamado pasado, le mando un abrazo y le doy las gracias por todo lo que la vida me ha regalado, por lo que me ayudó a superarme día a día, ... Pero ahora solo pido seguir hacia delante, dando gracias por lo bueno que llega y no he pedido, y por todo lo que con mucho trabajo e ilusión está por llegar...

Buen fin de semana de mirada larga para tod@s...


jueves, 3 de diciembre de 2020

Post del Viernes: ¡Guarda tu tristeza en un bolsillo!


La pandemia, que lleva instalada en nuestras vidas ya hace muchísimo tiempo, está provocando sentimientos distintos que las personas gestionemos de manera muy diferente. Primero le tocó gobernar a la incerteza: ¿qué estaba sucediendo? ¿qué iba a suceder con nuestras vidas y futuro ?, después fue el miedo a lo que podía pasar: ¿me tocará a mí enfermar? ¿le tocará a los míos? y ahora estamos, como describen los expertos, en una etapa  marcada más por el desánimo y la tristeza.

Esta situación se está haciendo muy larga para todos... Especialmente para las personas que necesitan tenerlo todo controlado y programado... Ahora nada es controlable, todo cambia en horas por decisiones que muchas veces no entendemos... y la tristeza parece planear por la vida de los más jóvenes, de los adultos y los más mayores.

A las personas no nos gusta sentirnos tristes y menos aún que nos vean así. Es un sentimiento que se esconde, que normalmente no se comparte, que incomoda y se intenta hacer desaparecer. La cogemos y nos la metemos en un bolsillo para no mirarla a la cara y enfrentarnos a ella, para no preocupar a los demás. La tristeza, especialmente, la profunda, duele, presiona, desespera y nos desequilibra. ¿No nos iría bien poderla compartir con más naturalidad? ¿Quién no ha escuchado frases como: no puedes estar triste hay gente que está mucho peor que tú, no te mereces estar triste porque tienes todo lo que necesitas, sonríe que así se pasa... Comentarios que no nos ayudan a gestionar lo que realmente nos sucede porque encima nos inunda un sentimiento de culpabilidad que nos hace esconderla aún más.

La tristeza no debería ser escondida. Debería poder expresarse sin justificarse ni sentirnos mal. Porque si lo hiciésemos mucha gente se sentiría menos presionada, menos culpable, menos diferente...

Asumamos que forma parte de nuestra vida

 y no exijamos a nadie que no la sienta,

intentemos mirarla a la cara

y dejemos que otros también lo hagan.

De esta manera viviremos más libres, menos presionados y con un sentimiento de menos culpabilidad. 

¡Buen fin de semana para tod@s!

jueves, 26 de noviembre de 2020

Post del Viernes: La mentira de la diferencia


Es curioso como la humanidad ha discutido y vuelto a discutir sobre la igualdad y la diferencia entre las personas. Durante años, grupos de personas se han esforzado para marcar y dejar claro lo que creían que les hacía diferente a los demás. Otras se han esmerado a "ocultar" algunos aspectos "diferentes" al resto de personas por el miedo al castigo, a la sátira o a alguna represión. ¿Por qué nos cuesta tanto aceptar la diferencia? Cuando viajé a Australia pude visitar el Monte Uluru en el Uluru-Kata Tjuta National Park. Uluru es un lugar sagrado para los aborígenes australianos. Allí conocí por primera vez su historia. Personas que siguen viviendo de forma muy distinta a la nuestra, pero que el gobierno protege para evitar cualquier acto que pueda ir contra ellas. También pude comprobar esta protección hacia la población indígena de los Maorís en Nueva Zelanda. ¿Por qué algunos países son capaces de dedicar recursos y esfuerzo a proteger las diferencias y en otros se hace muy poco?

Cuando se habla de diferencia e igualdad siempre me viene la misma pregunta a la cabeza: pero los humanos ¿somos entre nosotros tan diferentes como creemos serlo? Y si intento responder esta cuestión llego a la conclusión que la energía que ponemos en constatar lo que nos diferencia de los demás no nos deja descubrir lo similares que somos. Nos puede diferenciar el color de piel, nuestra orientación sexual, nuestra lengua (que tantos problemas parece dar y no acabo de entender por qué), nuestras ideas políticas, religión o procedencia ... Pero nadie puede negar que coincidimos en muchas cosas, aunque aquellos que se sienten diferentes les cueste tanto aceptarlo). TODOS... Necesitamos sentirnos:

Respetados

Amados

Escuchados

Comprendidos

Queridos

¿O me equivoco? En el fondo parece que nos unen muchas más cosas que las que nos diferencian. Si utilizásemos la "inteligencia" que nos diferencia de los animales para respetarnos y enriquecernos unos de los otros... ¿Nuestra vida y nuestro mundo no sería mucho mejor? Estoy convencida de que sí y espero que otros puedan convencerse también de ello...

¡Buen fin de semana para todos!

jueves, 19 de noviembre de 2020

Post del Viernes: Trenes pendientes...


Dicen los que saben de la vida que hay trenes que únicamente pasan una vez. Dicen también que o te subes a ellos o pasan para siempre. Cuando crees que están a punto de llegar la pregunta a hacerse es ¿subir o no subir? Pregunta no siempre con una fácil respuesta: a veces toca esperar un poco más, otras veces saltar y subir sin mirar atrás.

Cuando te subes a un nuevo tren en ocasiones implica bajarse de otros, cerrar alguna puerta o etapa. Esta decisión, según el tipo de persona que eres, te lleva a hacerlo de forma distinta. Las personas consideradas como "más emocionales" lo suelen hacer desde el corazón, a veces con cierta  impulsividad o dejando que los sentimientos que se encuentran muy a dentro hablen con total libertad. Suelen ser personas más viscerales y atrevidas. Otro grupo de personas lo hacen desde la racionalidad absoluta haciendo listados infinitos de ventajas y desventajas. Estas muestran mucha más prudencia llevando a sopesar mucho más los riesgos que las ventajas. Pero y si decides no subirte al tren ¿debes considerarlo como un fracaso? Pues supongo que no. 

En mi vida he subido en varias ocasiones a nuevos trenes. Esto ha provocado cerrar algunas puertas, algunas de forma temporal y otras para siempre. Creo que he tenido mucha suerte porque siempre han sido trenes buscados, consciente o inconscientemente. En la previa a iniciar "el nuevo viaje" se viven momentos diversos: para sentir incerteza, para sentir ilusión por las nuevas oportunidades que podían llegar, para sentir el apoyo de las personas con las que compartía mis planes y para sentir también crítica e incomprensión de aquellas que no lo querían entender o admitir.  En mi caso siempre han sido procesos donde la baremación la he realizado con la cabeza y con el corazón (casi diría a partes iguales). Con el paso de los años me doy cuenta de que las decisiones que tomamos marcan nuestro futuro, pero es importante darse cuenta también que las que no tomamos definen también quiénes somos y cómo vivimos. Me encanta conocer y rodearme de personas que en diferentes ámbitos, personales y profesionales, son capaces de cambiar porque así lo desean con valentía y entusiasmo. Siempre que puedo les expreso mi admiración, anhelando muy adentro ser capaz de hacer lo mismo cuando vuelva a llegar el momento.

La vida puede estar llena de lamentos y quejas por los trenes que han pasado, pero también de orgullo y agradecimiento por los que sí has podido tomar y disfrutar. Quizás un nuevo tren o trenes están por llegar y si esto sucede no es tan importante saber cuando va a llegar el próximo, sino focalizarse para estar preparado para saltar si piensas y sientes que tienes que hacerlo...

En la época en la que nos encontramos que parece que el mundo se haya parado quizás es el mejor momento para estar en movimiento...

Buen fin de semana para tod@s repleto de "trenes" ...

jueves, 12 de noviembre de 2020

Post del Viernes: «No es bueno sufrir, pero es bueno haber sufrido».


Nadie puede negar que la humanidad está pasando por una situación muy complicada y, el que lo haga, debe ser de los pocos que es capaz de estar por encima del momento que estamos viviendo. El ser humano está "programado" para sufrir aunque el "nivel" de capacidad cambia de una persona a otra. Todos conocemos personas con una gran capacidad para superar las dificultades, para resurgir o reinventarse cuando las cosas se complican, para encarar las circunstancias aprendiendo de ellas o lidiar para tener los menos inconvenientes posibles. También conocemos otras personas que les cuesta más, que las situaciones complicadas les afectan tanto que llegan a paralizarlas.

Me atrevería a decir que a nadie le gusta sufrir aunque parece que los humanos tengamos una cierta tendencia a hacerlo durante toda la vida:

- Sufrimos cuando nacemos.

 - Sufrimos por el presente, por el pasado y el futuro.

- Sufrimos por ser felices y sufrimos cuando lo somos por el temor a dejar de serlo.  

- Sufrimos por lo que conseguimos o por lo que no somos capaces de lograr.

- Sufrimos por perder nuestra salud y lo hacemos cuando estamos enfermos.

Sufrimos y sufrimos y cuando esto pasa nuestra energía baja, nos sentimos débiles y a veces hasta perdidos, dejando de ser un poco nosotros mismos.

Recuerdo que mi abuela materna, especialmente en los últimos años de su vida, hablaba poco y observaba mucho. La recuerdo como una mujer sabia, sin estudios ni saber leer, pero con una gran capacidad para reflexionar sobre la vida con respeto y sentido común. Como muchas otras abuelas vivió la dureza de la guerra, perdió a su marido, tuvo que seguir adelante para que sus numerosos hijos pudiesen tener un plato caliente cada día aunque ella no pudiese comer engañándolos diciéndoles que no tenía hambre. Nunca oí una queja de la vida que le tocó vivir, nunca. En estos momentos pienso mucho en ella. Pienso cómo se tomaría ella esta situación y puedo intuir que nos diría que nos mostrásemos fuertes aceptando la situación con resignación y fortaleza. También nos diría que todo lo que estamos sufriendo nos servirá para encarar mejor el presente y el futuro. Y de esta forma llego a la conclusión que como decía San Agustín: «No es bueno sufrir, pero es bueno haber sufrido»...

Si miramos atrás seguro que muchos de nosotros podremos pensar en momentos muy duros vividos que llegamos a superar.. ¿y por qué no volverlo hacer ahora? Ojalá podamos recordar esta época con la sabiduría y la madurez que nos permita, con entereza y dignidad, saborear la vida de forma distinta y sentirnos fortalecidos... Porque sino tanto sacrificio no habrá servido de gran cosa. 

Buen fin de semana repleto de fuerza para tod@s!

jueves, 5 de noviembre de 2020

Post del Viernes: Decir adiós sin poder hacerlo...renuncias imperdonables...


Los números y cifras que envuelven a esta dichosa pandemia siguen llenando nuestros días. El bien personal se entrelaza con el bien colectivo y, por ello, nos vemos obligados a "renunciar" a muchas cosas que necesitamos o nos hacen felices por el beneficio de todos. Estas elecciones no siempre son fáciles, ya que las entendemos con facilidad en nuestra mente pero no lo hace igual nuestro corazón.

Cada uno de nosotros se queja y enfoca este periodo como sabe o como puede. Algunos lo ven como una "renuncia momentánea" por el bien de todos, otros como una nueva manipulación de los que mandan en beneficio de sus intereses (¿aunque no debería ser de nuestros intereses?), otros piensan que el virus no es tan grave como nos cuenta, otros creen que es una gran oportunidad de negocio y otros, ya no tienen ganas ni fuerzas para opinar.


Esta maldita pandemia se está llevando muchas cosas...y nos está obligando a hacer renuncias imperdonables para nuestra mente y especialmente para nuestro corazón. ¿Cómo gestionar la muerte de un familiar a 1000kms de distancia? ¿Cómo acompañar la tristeza de tu padre cuando pierde un hermano de forma repentina si no te puedes acercar a él por miedo a infectarle? ¿Cómo acompañar a los familiares que tienen que estar solos en el hospital? ¿Cómo dar protección a una persona que tiene un accidente y entra a quirófano sin que nadie pueda darle la mano? Renuncias duras, difíciles, que nos hacen sentirnos un poco más tristes y rotos por dentro. La incertidumbre delante del futuro está creando que nuestra sensación de seguridad baje a niveles mínimos. ¡Y nosotros que creíamos que teníamos todo controlado! La situación que estamos viviendo nos ha evidenciado que el ser humano, desde que nace, necesita seguridad: seguridad para crecer, para pensar, para actuar, para vivir...y esta seguridad ahora ¿dónde la encontramos?

Estamos haciendo renuncias que nunca olvidaremos, que nos impiden hacer procesos que necesitamos realizar para cerrar círculos dolorosos, para sentirnos más felices y esperanzados. Renuncias imperdonables que nos tocan muy adentro como NO PODER:

- Abrazar a alguien que tiene que cerrar su negocio después de muchos años de trabajo.

- Consolar sin poder abrazar.

- Celebrar una fecha importante con los que más quieres.

- Compartir el nacimiento de un bebé.

- Ver como los pequeños de la familia se hacen mayores.- Estar presente en un último adiós.

- No poder, no poder, no poder...

¡Que mal nos está haciendo este "no poder"! Porque mina nuestras ideas, nuestras ilusiones, nuestros proyectos y esperanzas... 

Pero esta es la realidad, no hay otra. Asumirla y tener un poco más de paciencia, un poco más, ... Aunque estemos muy cansados, aunque a veces nos sintamos desorientados o vencidos, aunque creamos que esta situación vaya a cambiar pronto. Ojalá que muy pronto estas renuncias imperdonables den paso a todas aquellas conversaciones, besos y abrazos que tenemos muy dentro congelados.

¡Buen fin de semana sin renuncias imperdonables para tod@s!


jueves, 29 de octubre de 2020

Post del Viernes: Del mundo VUCA al mundo BANI

Es curioso como los humanos necesitamos ponerle nombre a todo. Hace poco hablábamos que nuestro mundo podía ser descrito en un entorno VUCA: volátil, incierto, complejo y ambiguo. Ahora esta terminología ha cambiado y le atribuimos otras siglas que lo convierten en el mundo BANI: frágil, ansioso, no lineal e incomprensible. 


De volátil ha pasado a frágil, de incierto a ansioso, de complejo a no lineal y de ambiguo a incomprensible...y después de hacer esta comparativa, y más en los tiempos que corren, yo no me atrevo a valorar si este cambio es positivo, acertado, nos beneficia o perjudica.  Me temo que si hacemos una encuesta el resultado que obtendríamos es que la situación global ha empeorado para muchos (o para casi todos).

Intentando ver todo desde otra perspectiva y pidiendo perdón de antemano a los "expertos" creo que este mundo BANI que nos presentan se olvida de que:

No todo es frágil: y no lo es porque hay personas fuertes que luchan por asumir lo que pasa, que son capaces de reinventarse cada día, que no tiran la toalla, que creen que saldremos de esto, que luchan para que no le cierren su negocio, que inventan nuevas maneras de sobrevivir y confían en su trabajo y en el de su equipo para seguir hacia delante. Quizás muchos de los que mandan podrían inspirarse en ellos...

- No todo se vive con ansiedad: hay muchas cosas que somos capaces de vivirlas con cierta pausa y tranquilidad. Quizás la situación que vivimos ha provocado que demos más importancia a tomarnos un café sin prisas, a dedicar tiempo a enviar audios a personas que no podemos ver para compartir con ellos cómo estamos y para decirles que les echamos de menos. Quizás un estado de ansiedad previa nos lleve a un tiempo de mayor calma y serenidad.

- No todo es curvilíneo: no todo es irregular. Muchas personas intentan seguir una trayectoria lo más recta y estable posible para llegar allí donde se proponen, apoyándose  en otros para que el camino no sea tan duro pensando que las cosas también pueden salir bien. Y no lo hacen desde un optimismo estúpido o ignorante sino desde la creencia que hay que seguir hacia delante lo mejor que se pueda.

- No todo es incomprensible: hay muchas personas que son capaces de analizar lo que está pasando y buscar la manera de dar respuesta a todas las dificultades que van surgiendo. Lo hacen los científicos, los sanitarios, los profesores, los encargados de llevar adelante su negocio, los deportistas, etc. Miles de personas dedican todo su esfuerzo a "entender" para dar respuestas  a los problemas que nunca antes hubiésemos imaginado que viviríamos. 

¿Cuáles serán las próximas siglas que le atribuiremos a nuestro mundo? No lo sé y la verdad es que me importa bien poco. Lo único que necesito es creer que entre todos seremos capaces de salir de esta dura y complicada situación que nos está tocando vivir para seguir teniendo confianza en nosotros mismos en beneficio propio y en beneficio de los demás. 

Ahora es la hora de que los idealistas, los pesimistas y los grises nos unamos para sostener el presente...porque el futuro ya se construirá.

Quizás toca volver a empezar...

¡Buen fin de semana para tod@s y mucho ánimo!



jueves, 22 de octubre de 2020

Post del Viernes: Mirando al PASADO como esperanza


Desde que el Covid vino para quedarse durante una larga temporada, muchos de nosotros hemos atribuido al pasado un valor que, quizás antes, nunca le habíamos asignado.  Antes de este dichoso virus, hablar del pasado parecía no "estar de moda". Quien hablaba de él se le animaba a mirar únicamente hacia delante y ubicarse en el aquí y el ahora. Los "grandes gurús" de diferentes disciplinas no se cansaban de repetirnos las ventajas de vivir el momento presente, de olvidar todo lo vivido por ser algo caduco, mirar únicamente hacia delante… Esta tendencia nos llevó a todos a programar nuestra vida hacia el futuro, sin miedos y con insolencia, inconscientes, nos sentíamos invencibles porque nada podía tocar nuestros planes. Nos atrevíamos a programar viajes y proyectos a 1 o 2 años vista. Tengo que confesar que me subí a esta tendencia de programar sin temor, solo mirando de reojo a la salud...hasta que el virus nos ha hecho entender que el futuro es más frágil de lo que pensábamos. ¡Qué ilusos fuimos!

Una semana antes de nuestro primer confinamiento (y espero que último) tenía más de 10 billetes de avión comprados y otros tantos de AVE (por mi trabajo, por mis estudios de doctorado y para poder desplazarme a competir a alguna prueba deportiva en diferentes ciudades del mundo). Todo esto lo complementaba una planificación laboral de 4 años, clara y concisa, que marcaba la línea de trabajo de más de mil personas.  ¿Y qué sucedió? TODO anulado, todo modificado o postergado ...sumándole un accidente y una fuerte lesión en el brazo derecho, el que más utilizaba. Pues eso... ¿no quieres sopa? ¡Pues toma dos o 1000 tazas¡
Sé que no soy la única que había infravalorado el pasado, lo sé, y no me exime de mi ignorancia y cierta prepotencia. Y quien se vea lejos de esta tendencia que tire la primera piedra. Ahora el futuro se ha convertido en un concepto en cambio, ha perdido totalmente su insolencia y ha ganado en humildad. ¡Y qué decir del presente! Valor: que cada uno le otorgue el que se atreva. Y es que el presente ya no tiene la magia que tenía y el futuro, más que nunca, es tan incierto que provoca temor. Y así son las cosas y así el tiempo nos lo ha demostrado.

Muchos son los recuerdos que me he permitido traer a la mente desde el verano, y al hacerlo , me he reencontrado con la persona que fui hace unos años y que en ocasiones echaba algo de menos, con la niña y adolescente que disfrutaba haciendo muchas cosas hasta ahora casi olvidadas por la responsabilidad y la seriedad que ha impuesto la vida adulta. Hace unos años algunos de estos recuerdos los habría considerado como "inconfesables" ...pero ahora ¿qué importancia puede tener compartirlos? Recuerdo...

- Leer con la linterna de madrugada, hasta altas horas de la noche, por la imposibilidad de cerrar un libro.
- Hacer el mismo puzzle una y otra vez.
- Memorizar el nombre de países y ciudades de todo el mundo donde quería viajar.
- Hacer  locuras con amigos que me llevaron a recorrer medio mundo y reír mucho, mucho, mucho. Creo que no he vuelto a reír así.
- Leer y estudiar mientras caminaba por la calle.
- Estudiar italiano para entender las canciones de Eros Ramazzotti.
- Escribir cartas de admiración a Lluís Llach.
- Robar besos a personas que no podían darlos.
- Tener ataques de risa con mis hermanas que mi madre intentaba controlar mandándonos a cada una a una habitación.
- Jugar antes de ir a dormir una partida de ajedrez con mi padre, partida que nunca gané.
- Ver baloncesto en la televisión y practicar horas y horas los tiros en una ficticia canasta colgada en la puerta de la habitación.
- Aprender francés de forma autodidacta para viajar con 17 años a África para hacer voluntariado con jóvenes tan golpeados por la vida que no se atrevían ni a soñar.

Sé que lo que soy hoy, poco o mucho, lo soy por el pasado que viví, que disfruté y que, seguro, a veces sufrí. Es curioso que ahora mirar hacia atrás de menos miedo y hasta parece mucho mejor que el presente. Hoy me alegro de lo que hice y lo valoro sin ninguna vergüenza ni temor. 

Y ahora ¿qué? Pues no lo tengo nada claro, aunque yo creo que lo que sí voy a seguir haciendo es elegir con quién quiero vivir y qué quiero hacer cada día, quizás atreviéndome a planificar algún sueño y proyecto, quizás más a corto plazo que antes, pero seguir "arriesgando" como lo he hecho siempre. Esta será mi opción desde hoy...que cada uno tome la suya...

Buen fin de semana lleno de esperanza para tod@s!

jueves, 15 de octubre de 2020

Post del Viernes: Alcanza tu sueño...


Alcanza tu sueño
Sé firme en tus actitudes y perseverante en tu ideal.
Pero sé paciente, no pretendiendo que todo te llegue de inmediato.
Haz tiempo para todo, y todo lo que es tuyo, vendrá a tus manos en el momento oportuno.
Aprende a esperar el momento exacto para recibir los beneficios que reclamas.
Espera con paciencia a que maduren los frutos para poder apreciar debidamente su dulzura.
No seas esclavo del pasado y los recuerdos tristes.
No revuelvas una herida que está cicatrizada. No rememores dolores y sufrimientos antiguos.
¡Lo que pasó, pasó!
De ahora en adelante procura construir una vida nueva, dirigida hacia lo alto y camina hacia delante, sin mirar hacia atrás.
Haz como el sol que nace cada día, sin acordarse de la noche que pasó.
Sólo contempla la meta y no veas que tan difícil es alcanzarla.
No te detengas en lo malo que has hecho; camina en lo bueno que puedes hacer.
No te culpes por lo que hiciste, más bien decídete a cambiar.
No trates que otros cambien; sé tú el responsable de tu propia vida y trata de cambiar tú.
Deja que el amor te toque y no te defiendas de él.
Vive cada día, aprovecha el pasado para bien y deja que el futuro llegue a su tiempo.
No sufras por lo que viene, recuerda que “cada día tiene su propio afán”.
Busca a alguien con quien compartir tus luchas hacia la libertad; una persona que te entienda,
te apoye y te acompañe en ella.
Si tu felicidad y tu vida dependen de otra persona, despréndete de ella y ámala, sin pedirle nada a cambio.
Aprende a mirarte con amor y respeto, piensa en ti como en algo precioso.
Desparrama en todas partes la alegría que hay dentro de ti.
Que tu alegría sea contagiosa y viva para expulsar la tristeza de todos los que te rodean.
La alegría es un rayo de luz que debe permanecer siempre encendido, iluminando todos nuestros actos y sirviendo de guía a todos los que se acercan a nosotros.
Si en tu interior hay luz y dejas abiertas las ventanas de tu alma, por medio de la alegría, todos los que pasan por la calle en tinieblas, serán iluminados por tu luz.
Trabajo es sinónimo de nobleza. No desprecies el trabajo que te toca realizar en la vida. El trabajo ennoblece a aquellos que lo realizan con entusiasmo y amor.
No existen trabajos humildes. Solo se distinguen por ser bien o mal realizados.
Da valor a tu trabajo, cumpliéndolo con amor y cariño y así te valorarás a ti mismo.
Dios nos ha creado para realizar un sueño. Vivamos por él, intentemos alcanzarlo. Pongamos la vida en ello y si nos damos cuenta de que no podemos, quizás entonces necesitemos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en nuestras vidas.
Así, con otro aspecto, con otras posibilidades y con la gracia de Dios, lo haremos.
No te des por vencido, piensa que si Dios te ha dado la vida, es porque sabe que tú puedes con ella.
El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado, sino por los obstáculos que has tenido que enfrentar en el camino.
Tú y solo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida.
Que este día sea el mejor de tu vida
Siempre es hoy, el eterno presente
Mahatma Gandhi

Sabias palabras en tiempos difíciles, jamás imaginados, que pienso que no merecemos.
Mucho ánimo para todos... Ojalá que este texto nos anime a seguir caminando y a pensar que todo esto pasará.
¡Buen fin de semana lleno de esperanza para tod@s!

jueves, 8 de octubre de 2020

Post del Viernes: ¡No me pidas!

Los humanos somos seres "necesitantes". Pedimos porque necesitamos, pedimos porque anhelamos, pedimos porque creemos poseer, pedimos, pedimos...


Pero en ocasiones pedimos a los demás cosas que quizás no deberíamos. Pedimos que dejen de hacer algo que nos incomoda, que pensamos no nos beneficia o nos hace sentir intranquilos. Pedimos cuando no podemos controlar algo. Es curioso como somos capaces de demandar al otro lo que no nos gustaría que nos exigiesen a nosotros.  Quizás todos deberíamos aprender a poder decir a aquellos que están a nuestro alrededor aquello que no queremos que nos pidan: 

No me pidas...

- que no llore
- que sea como tú esperas
- que no me queje
- que no mire al pasado
- que no proyecte en el futuro
- que sea igual que los demás
- que te dé lo que tú crees que necesitas
- que dedique tiempo a algo que para mí no tiene sentido
- que deje de soñar
- que no grite cuando me encuentre perdido
- que abandone lo que me hace feliz
- que piense o sienta como tú lo haces
- que vibre ante cosas que no entiendo o comparto
- que me sienta feliz cuando no lo estoy
- que mienta ante una injusticia
- que clame lo que no creo
- que me esfuerce más cuando lo he dado todo
- que pida lo que no quiero
- que reclame lo que no es mío
- que dese lo que detesto
- que pretenda lo que no me interesa
- que actúe como tú lo harías

Te suplico que me reclames una sola cosa: 

Pídeme SER solo yo...

jueves, 1 de octubre de 2020

¿Pasión o obsesión?

Ando toda la semana dándole vueltas a qué diferencia puede haber entre la pasión y la obsesión. Yo creo conocerla pero me doy cuenta de que, cuando se lo pregunto a otras personas, el significado que le atribuyen a ambas se modifica y se aleja en ocasiones del mío.  He buscado en el diccionario la definición de ambos vocablos.

El diccionario define "obsesión" como:

1. Estado de la persona que tiene una idea, una palabra o una imagen fija o permanente y se encuentra dominada por ella.

En su caso el vocablo "pasión" es definido como:

2. Sentimiento vehemente, capaz de dominar la voluntad y perturbar la razón, como el amor, el odio o la ira.

Después de leer estas definiciones me doy cuenta de que en mi cabeza y en muchas ocasiones de mi vida han pasado a ser lo mismo, o más bien, a complementarse. No puedo entender la vida sin tener pasión por las cosas, cuando me falta, se convierte en una alarma interna que me dice que algo no va del todo bien. Cuando me apasiono, me obsesiono por mejorar, por aprender, dedico horas a leer sobre el tema y a investigar. Me hace feliz dedicar tiempo y esfuerzo a ello. Lo siento, pero no entiendo la vida de otra manera. Hasta aquí todo bien, el problema es cuando llegan las interpretaciones de terceros. Hay personas que interpretan que cuando una persona dedica horas a una cosa que no es su trabajo o que no cree que es importante lo critica y se asocia a que este "gasto de tiempo" es una obsesión sin sentido. Curioso, muy curioso.

Desde que tuve el accidente entrenando, la verdad es que mi brazo derecho no me lo está poniendo nada fácil. Hay avances pero no al ritmo ni de la forma que a mí me gustaría y más bien necesitaría. Es curioso que cuando me preguntan sobre cómo estoy y mi respuesta es "vamos haciendo" el 80% de personas me dicen:" eso no es nada, es una tontería", "hay muchas cosas peores", "paciencia ya pasará". Pero todo se complica cuando digo que cuento los días para volver a correr, para volver a subir a la bicicleta, para encontrarme con fuerza para hacer muchas cosas que hecho tanto de menos y que ahora no puedo hacer. ¿Respuesta? Muchas relacionadas con que no lo acaban de entender...¿Te va la vida en ello? 

¿Por qué deberían entenderlo los demás? Puedo afirmar con sinceridad que cuando no puedo cultivar estas "pasiones" me siento mucho más vacía, algo más triste y hasta desorientada. Cuando esto ocurre, intento darle la vuelta. Intento sentirme privilegiada por tener la suerte de apasionarme con las cosas, por obsesionarme por aprender siempre un poco más. Pensar así me fortalece para no tirar la toalla todas las veces que tengo ganas de hacerlo. 

Porque es así, porque lo siento así, y por eso lo transmito así. Prometo no cuestionar a nadie que comparta conmigo una pasión, un sueño o un reto...Me encanta conocer las horas que alguien dedica a tocar la guitarra, a ordenar colecciones, a planificar viajes o a entrenar horas y horas. Dejemos que los demás nos enseñen sus "obsesiones" porque son parte importante de su felicidad. Porque la VIDA si no se siente con pasión ¿Puede ser vivida?

¡Buen fin de semana dedicado tiempo a lo que más nos apasiona para tod@s!



jueves, 24 de septiembre de 2020

Post del Viernes: Eso que tú me das...

En los últimos meses muchas personas  nos han dejado por este dichoso virus que no acaba de desaparecer o por alguna enfermedad que aún no somos capaces de curar. Una de las que más me han impactado y resonado fue la de Pau Donés, cantante de Jarabe de Palo.


Como supongo que os pasa también a vosotros, muchas son las canciones de este grupo que podría asociar a algún momento de mi juventud, especialmente a aquellos veranos infinitos donde no importaban las distancias.  Recuerdo uno muy intenso en Mallorca marcado por la famosa Flaca..y es ahora cuando me doy cuenta de que una canción te permite guardar recuerdos únicos e imborrables.

En una de las últimas entrevistas que le hicieron a Pau expresaba que creía que las personas estamos acostumbrados a ser escuchados y no tanto a escuchar. También a pedir y recibir mucho más que dar. ¿Y si todos nos diésemos de que realmente es  así? ¿Y si modificásemos nuestras actitudes por el bien ajeno? ¿Y si dedicásemos más energía a observar un poco más fuera y dejar de estar mirando siempre hacia dentro?

Analizo mi forma de actuar y me siento inmensamente agradecida por todo lo que recibo de los demás y, por supuesto, muchas veces me cuestiono si soy merecedora de ello. Palabras de aliento, risas o miradas compartidas, palabras que hacen que la confianza te suba y te sientas más segura y menos sola. Me gustaría ser recíproca con todos ellos y me cuestiono si lo consigo llegando a la conclusión de que no siempre.

Pau se fue regalándonos una maravillosa canción que escribió para agradecer la generosidad que había recibido durante toda su vida. ¡Qué maravillosa y qué capacidad el quererse despedir de la vida dando las gracias! Espero que allí donde esté me permita utilizarla para hacer lo mismo, agradecer a todo aquel que algún día me ha dedicado una palabra, un gesto o un silencio que me ha permitido sentirme algo más feliz...realmente me seguiré esforzando para ser capaz de observar y escuchar más a todo lo que tengo a mi alrededor...un bonito propósito.

¡Buen fin de semana para tod@s lleno de agradeciendo!

jueves, 17 de septiembre de 2020

Post del Viernes: Ilusiones que flotan en el aire

Parece que en el momento que estamos viviendo nuestras ilusiones no tengan permiso para expresarse con libertad. Al no hacerlo, pierden fuerza y desaparecen con rapidez...muchas de ellas para siempre.

Parece que para muchos se hayan esfumado porque no somos capaces de mirarlas directamente a la cara.

Parece que tengamos miedo a soñar.

¿Cuáles son los motivos? ¿Por qué nos asusta volvernos a ilusionar?


Este virus ha impactado directamente en toda la humanidad. A todos, de forma física y psíquica, pero esta vez ha sido a todos. Quizás algunos pueden presumir de haberlo vivido con más suerte, otros acarrean secuelas después de meses o la pérdida de algún familiar. Pero todos, absolutamente todos, estamos tocados por este virus que llegó casi sin hacer ruido y parece que no quiera volver a marchar. De muchas maneras nos ha condicionado: ha influido en nuestras decisiones, nos ha acobardado, nos ha intimidado de tal forma que tenemos miedo a tocar o a besar.  Me pregunto si nos merecemos vivir así. Me interpelo y creo que no. Aunque sea con prudencia pienso que debemos seguir caminando, sin miedos que nos bloqueen, que nos saturen de forma tan violenta que no nos dejen avanzar ni un solo paso. 

Cada persona está llamada a ser dueña de su propia vida decidiendo lo que puede o no puede hacer y cómo debe hacerlo. Debe tener la libertad para planificar sus actos y entrelazar nuevos planes.Me autoexijo a entender este tiempo como un impasse entre el pasado y el futuro. Aprendiendo a surfear el proceso de desconocimiento que estamos viviendo, sin olvidar los riesgos pero sin quedarme inmóvil intentando tener una perspectiva de futuro lo más serena posible. Intento dedicar este periodo a seguir eligiendo, quizás con más demora que anteriormente, pero intentando aprender a flotar sin tanto peso que llegue a robarme la vida. Porque VIDA, dicen, que solo hay una.

Buen fin de semana para tod@s!

jueves, 10 de septiembre de 2020

Post del Viernes: Promesas que nos ATAN a la vida

Piensa en la última promesa que hiciste. 
¿Cumplida?
 ¿Cómo fuiste capaz de conseguirla?
 Y si no es así, ¿qué lo impidió?


El mes de septiembre se caracteriza por ser un periodo de tiempo en el que muchas personas se proponen  hacer modificaciones en su vida las cuales les exigirán cambios personales y conductuales. Muchos de estos propósitos son formulados como "promesas". En cambio, otro grupo de la población, no piensa o siente que tenga que hacer este ejercicio introspectivo y muchas veces transformador.

Los cambios no son fáciles. Ponerse en camino, atreverse a modificar para poder acabar celebrando que el esfuerzo y la constancia te ha llevado a conseguir o a acercarte a aquello que deseas modificar se convierte, en muchas ocasiones, en un camino arduo y exigente. Quien haya conseguido dejar de fumar, adelgazar o empezar a hacer un poco de deporte después de mucho tiempo seguro que sabe a qué tipo de esfuerzo me estoy refiriendo.

No seré yo la que diga si es bueno o necesario establecerse nuevos propósitos en épocas como estas.Tener la  capacidad de conseguir lo que te propones tiene ventajas que se manifiestan en transformaciones muy interesantes a nivel personal pero cada vez estoy más convencida de que tiene que ser un ejercicio que salga de cada uno, de una necesidad interna, sin obligaciones ni imperativos. Saber elegir lo que quieres cambiar te ayuda también a percatarte de lo que ya está bien y no necesitas modificar. Tan importante es saber lo que hay que modificar como lo que hay que mantener. 

Existen propósitos de diferente tipología ...y habitualmente los que más cuestan son los que nos tocan muy adentro. Los que al pensarlos nos interpelan, nos hacen estremecer o poner la piel de gallina o nos atan mucho más a la vida desde el compromiso.

Plantearse un cambio es un valiente paso para conocerse un poco mejor... ¿no puede ser un buen objetivo inicial  de curso? Si nos tienen que atar más a la vida quizás es interesarlo pensarlo...

Buen fin de semana para tod@s lleno únicamente de promesas elegidas...

jueves, 3 de septiembre de 2020

Post del Viernes: Aceptar: la clave para volver a empezar

No ha sido un verano fácil para muchas personas. La incerteza, los continuos rebrotes por culpa del COVID, la complicada situación económica que viven muchas familias lo ha convertido en un periodo de tiempo descafeinado y, para muchos, un verano muy diferente a otros. A nivel personal, lo empecé de forma contrariada, ya que tuve un accidente entrenando con la bicicleta de carretera cosa que me hizo pasar por el quirófano para reconstruir parte del brazo derecho. 

Muchos son los pensamientos, aprendizajes y a las conclusiones a las que he podido llegar durante estos meses y que me gustaría compartir en este primer post del nuevo curso:

- El miedo paraliza. 
- El dolor acobarda, asusta y desespera.
- Es posible que una persona se rompa por dentro pero después que se reconstruya.
- Dar gracias por un hecho complicado no es un acto positivo, es asumir que podría existir una situación diferente y mucho más complicada.
- Llorar es de valientes.
- Aceptar no es renunciar a nada, es vivir con realismo el momento presente.
- Rodearte de personas buenas te hace mejor persona.
- La vida te pone continuamente a prueba, te da sustos pero también te premia.
- La lectura cura la mente y el alma.
- Sentirse querida te hace sentir más fuerte.
- Renunciar a los sueños y planes temporalmente te debilita inicialmente pero te llena de fuerza para seguir hacia delante.
- La constancia es mucho más poderosa que la inteligencia o el talento.
- Dejarse ayudar es una cura de humildad.
- Las limitaciones físicas hacen llorar y desesperarse pero también buscar soluciones que nunca hubieses imaginado.
- Las cosas no pasan por casualidad.
- Enfadarse delante de lo que sucede te hace perder un tiempo muy valioso.
- Tendemos a hacer interpretaciones de todo y de todos y sería mucho más fácil preguntar antes de hacerlas.
- El deporte es una gran medicina.

De este verano me quedo con la capacidad que tiene el ser humano para adaptarse a las situaciones que le toca vivir. A veces lo hace por pura supervivencia, otras con el objetivo de seguir superándose. He entendido que la vida no la podemos controlar como nos gustaría y que aprender a vivir con incerteza te permite vivir con más tranquilidad y paz. Sé que hay muchas personas que están pasando por situaciones mucho más graves que la mía y desde aquí les envío toda mi fuerza.


Empezamos un nuevo curso. Yo personalmente lo enfoco con tranquilidad, trabajando y siguiendo la rehabilitación de un brazo que tanto necesito y que empieza a reaccionar, con la ilusión y esperanza que muy pronto podré volver a disfrutar de las cosas que me hacen tan feliz y que ahora no puedo hacer. Me he dado cuenta de que soy privilegiada por estar rodeada de personas maravillosas que me cuidan, me quieren y me acompañan, que me hacen sentirme más fuerte. También me siento muy afortunada al sentir que soy una persona que me apasionan muchas cosas diferentes y que este hecho me permite seguir creciendo a nivel personal y profesional hecho que me ayuda a leer las situaciones de manera más amplia.También estoy convencida de que esta caída no ha pasado por casualidad, que detrás de ella hay aprendizajes que hacer. 

Me preguntan si me volveré a subir a una bicicleta y mi respuesta es que cuento los días por volver a hacerlo...subir a la bicicleta supondrá volver a subirse completamente a la vida sin miedos. También volveré a correr, a nadar, a poder atarme los cordones de las bambas, a abrir la puerta de casa sin dificultad, a poder cortar la comida o abrir un bote de conservas...acciones tan superfluas en el día a día pero que se han convertido en mis retos diarios.

Buen inicio de curso para tod@s!  Mucha paciencia, pasión e ilusión!

jueves, 2 de julio de 2020

Post del Viernes: ¡Acabar siempre es volver a empezar!

Último post de este curso escolar. Un curso distinto, poco deseado para muchos, curiosamente reparador para otros...El tiempo nos ha otorgado nuevas oportunidades para parar y reencontrarnos con nosotros mismos pero también nos ha robado personas, oportunidades y proyectos que nos han hecho sufrir.

A nivel personal poco que aportar más a los últimos post anteriormente escritos. Esta crisis global causada por el Covid-19 nos ha tocado a todos directamente, a algunos les ha golpeado, a otros despertado. No sé si para bien o mal, pero seguro que no volveremos a ser iguales.

Muchos afirman que hemos descubierto que lo esencial es vivir, parece extraño ¿verdad? Me pregunto qué estábamos haciendo hasta ahora...

Durante estos meses hemos visto y sentido miedo y dolor pero también gratitud, solidaridad, paciencia y generosidad.  En las conversaciones se repite: ¿Qué pasará a partir de ahora? ¿Qué va a quedar de todo lo que hemos vivido? Deberemos esperar para averiguarlo. Es verdad que las crisis pueden crear nuevas oportunidades para las personas que estén más preparadas, aunque nadie se había preparado para lo que hemos vivido.

Yo apuesto por no utilizar toda la energía en pensar en lo que hemos vivido sino en mirar hacia adelante, poner las luces largas, desde una nueva realidad y también mentalidad. Seguir caminando, quien pueda con más firmeza, otros sintiendo más debilidad pero siempre hacia delante.

Este es mi último post, esperando poderlos retomar en el mes de septiembre. En unas semanas llegarán días para descansar Queda menos para poder coger vacaciones, muy esperadas y deseadas, ya que desde el mes de diciembre, se dice pronto, no he tenido ni un día "libre" para poder descansar y desconectar por el volumen de trabajo tan alto y por las numerosas horas de estudio,  investigación y preparación de conferencias y artículos. Para nada lo describo como algo negativo, ya que me siento una privilegiada de hacer tantas cosas que me nutren, me hacen aprender y tener experiencias que me posibilitan seguir creciendo. Este mes de julio me hace una ilusión especial participar el Stage de Triatlón de una de las mejores triatletas del mundo, Judith Corachán, hablando sobre la preparación mental y emocional en el triatlón y la larga distancia y ser una de las ponentes como experta en alta capacidad, desarrollo del talento y educación personalizada en el I Congreso Internacional Virtual Educa tus Emociones y Transforma el Aula, ¡donde ya hay más de 5000 personas apuntadas! Debates y conferencias de expertos de Hispanoamérica, España y Portugal se unirán para reflexionar sobre el futuro de la educación. Muy feliz de poder participar en este evento.


Desear un feliz verano a todos aquellos que pasan por este blog...esperando que cada uno pueda volver a recuperar la vida que desea para él y los suyos. Gracias por acompañarme un curso más. 

¡Felicidad, salud y buenos deseos para tod@s!

¡Feliz verano!


jueves, 25 de junio de 2020

Post del Viernes: Aprender a sobre (vivir)

Parece que las cosas van avanzando. Ha acabado el estado de alarma y con él muchas de las limitaciones de nuestras libertades. Ha finalizado un inusual y espero que irrepetible curso escolar para niños y padres. Ha acabado el no poder viajar libremente. Ha acabado la prohibición de visitar a tus seres queridos sin que sientas que haces algo incorrecto.
No sé si ya ha llegado el momento de evaluar esta primavera, sin duda una de las más extrañas y duras para nuestra humanidad. Sin hacerlo personalmente, me doy cuenta de que un grupo numeroso de personas se suman a la idea de que el ser humano ha aprendido muchísimo durante este periodo, otros piensan que no seremos capaces de modificar nada y prefieren pasar página lo más rápido posible. 

Hoy, más que evaluar un periodo tan difícil para casi todos, quiero compartir algunas percepciones u observaciones que he podido realizar durante estos meses. No sé si coincidirán con las de la mayoría, pero en este periodo de tiempo, más que nunca, cada uno ha "sobre (vivido)" lo mejor que ha podido según sus recursos personales y materiales se lo han permitido. Algunos de estas manifestaciones podrían describirse:

- El movimiento y el aprendizaje se convierten en imprescindibles para la evolución de nuestra especie.

- El miedo o la incertidumbre han impactado sobre nuestros sueños, en un momento que nos sentíamos poderosos e invencibles.

- Muchos han asumido su vulnerabilidad, otros han luchado para no aceptarla.

- Después de este periodo, algunos saldrán reforzados, otros más tocados o hundidos.

- Después de este periodo, algunas personas han decidido mirar hacia delante, otros siguen encerrados por los miedos que se han generado en su cabeza.

- Nuestros mayores han vuelto a demostrar la fortaleza mental que generaciones posteriores no seremos capaz de demostrar nunca.

- El ser humano ha demostrado empatía y generosidad, virtudes que nos han salvado a todos.

- Hemos descubierto que nada es blanco o negro y que a veces los grises son muy caros de poder mantener.

- El confort es la herramienta más destructiva que un ser humano puede elegir.

- Sentirse triste no es sentirse mal, es asumir que no siempre tenemos que estar animados. Cuando lo asumes, te liberas.

- Las personas distorsionan la realidad según sus creencias y valores.

- Saber focalizar nos hace sentir más centrados y seguros.

Poco más que decir.
Ojalá que esto no hubiese pasado,
ojalá no se vuelva a repetir,
ojalá esto nos haga más empáticos,
ojalá esto nos haga más libres,
ojalá...

Buen fin de semana para tod@s!


jueves, 18 de junio de 2020

Post del Viernes: ¿Cuántas decisiones tomamos en una vida? Cuando toca decidir...

¿Cuántas decisiones tomamos en una vida? 
¿Miles? 
¿Millones? 
Creo que es una cifra difícil de concretar.

Pienso que el momento más duro delante de una decisión es la incertidumbre que esta genera: ¿Será la más correcta?, ¿Me estaré equivocando?Habitualmente, cuando la decisión es compartida, parece ser más fácil tomarla, ya que tienes la sensación de que toda la responsabilidad no recae sobre tus espaldas.  Cuando la decisión es individual la responsabilidad recae directamente en ti y se amplía la carga y el compromiso. Las personas nos posicionamos de forma diferente delante de una decisión. Hay personas que son mucho más dubitativas, que necesitan más tiempo para sopesar y volver a sopesar antes de decidir. El grupo opuesto sería el de aquellas que son rápidas, que analizan, seleccionan y actúan con mucha brevedad. Por último nos encontraríamos con aquellas que nunca deciden, que esperan que los demás las tomen o que el tiempo decida...¿Dónde crees que te encuentras tú?

Durante esta pandemia muchos de nosotros hemos tenido que tomar decisiones. Para poder inclinarse hacia un lado u otro solemos pensar mucho, darle vueltas, hacer listados con pros y contras, ...El  Coronavirus ha impactado en la vida de todos, también lo ha hecho en nuestras decisiones y hasta en la forma de decidir. Hemos aprendido a mirar a más a corto plazo, sin querer hacer planes a largo plazo porque no sabíamos que pasaría el día siguiente. Hemos visto que nuestra forma de organizar la vida "a un año vista" se caía, que ya no funcionaba, que los viajes a 12 meses no tenían ningún sentido. Nos hemos dado cuenta de que no tenemos el poder para controlar lo que pasa a nuestro alrededor ni en nuestra vida como creíamos tenerlo. Hay personas que esta situación les ha generado muchas dudas, intranquilidad o ansiedad...sentimientos que en ocasiones no son fáciles de aceptar y gestionar.

Las decisiones que tomamos marcan nuestra vida pero ¿para siempre? Durante estos meses he intentado analizar alguna de las "grandes decisiones" que he tomado en mi vida. Creo que han sido muchas: marchar muy joven de casa para ser voluntaria con los niños y jóvenes más necesitados de África o Perú,  dedicarme a la educación y a la psicología cuando mi mirada iba más hacia el periodismo, mis cambios  de trabajo para conocer otras realidades y seguir aprendiendo y empezar de cero con lo que todo esto supone. También miro hacia atrás y siento que decisiones que tomé en su momento ahora quizás no las tomaría...pero ¿qué importancia puede tener esto en el presente? Decisiones que no han sido siempre fáciles ni "entendibles" para muchos pero que me han hecho ser la persona que soy.

Plantearse cambios y replantear opciones no debería ser complicado cuando lo hacemos desde dentro, desde lo que somos y no desde lo que esperan los demás de nosotros.  Siempre he creído que tomar una decisión es avanzar,  dar un paso hacia delante...Porque si te equivocas ¿qué relevancia tiene?

La vida debería ser como una ola, pero no como una ola gigantesca, sino como pequeñas inclinaciones que nos hacen avanzar hacia lo que realmente queremos y no hacia lo que esperan    los demás. Qué maravilla darse cuenta de que las decisiones son únicamente una determinación hacia aquello que creemos, sentimos y anhelamos. Cuando las prioridades están claras, las decisiones se hacen mucho más fáciles. Dejemos más paso a la intuición, manteniéndonos comprometidos a nuestras decisiones pero con la flexibilidad precisa en su enfoque.

¡Feliz fin de semana para tod@s!