jueves, 18 de junio de 2020

Post del Viernes: ¿Cuántas decisiones tomamos en una vida? Cuando toca decidir...

¿Cuántas decisiones tomamos en una vida? 
¿Miles? 
¿Millones? 
Creo que es una cifra difícil de concretar.

Pienso que el momento más duro delante de una decisión es la incertidumbre que esta genera: ¿Será la más correcta?, ¿Me estaré equivocando?Habitualmente, cuando la decisión es compartida, parece ser más fácil tomarla, ya que tienes la sensación de que toda la responsabilidad no recae sobre tus espaldas.  Cuando la decisión es individual la responsabilidad recae directamente en ti y se amplía la carga y el compromiso. Las personas nos posicionamos de forma diferente delante de una decisión. Hay personas que son mucho más dubitativas, que necesitan más tiempo para sopesar y volver a sopesar antes de decidir. El grupo opuesto sería el de aquellas que son rápidas, que analizan, seleccionan y actúan con mucha brevedad. Por último nos encontraríamos con aquellas que nunca deciden, que esperan que los demás las tomen o que el tiempo decida...¿Dónde crees que te encuentras tú?

Durante esta pandemia muchos de nosotros hemos tenido que tomar decisiones. Para poder inclinarse hacia un lado u otro solemos pensar mucho, darle vueltas, hacer listados con pros y contras, ...El  Coronavirus ha impactado en la vida de todos, también lo ha hecho en nuestras decisiones y hasta en la forma de decidir. Hemos aprendido a mirar a más a corto plazo, sin querer hacer planes a largo plazo porque no sabíamos que pasaría el día siguiente. Hemos visto que nuestra forma de organizar la vida "a un año vista" se caía, que ya no funcionaba, que los viajes a 12 meses no tenían ningún sentido. Nos hemos dado cuenta de que no tenemos el poder para controlar lo que pasa a nuestro alrededor ni en nuestra vida como creíamos tenerlo. Hay personas que esta situación les ha generado muchas dudas, intranquilidad o ansiedad...sentimientos que en ocasiones no son fáciles de aceptar y gestionar.

Las decisiones que tomamos marcan nuestra vida pero ¿para siempre? Durante estos meses he intentado analizar alguna de las "grandes decisiones" que he tomado en mi vida. Creo que han sido muchas: marchar muy joven de casa para ser voluntaria con los niños y jóvenes más necesitados de África o Perú,  dedicarme a la educación y a la psicología cuando mi mirada iba más hacia el periodismo, mis cambios  de trabajo para conocer otras realidades y seguir aprendiendo y empezar de cero con lo que todo esto supone. También miro hacia atrás y siento que decisiones que tomé en su momento ahora quizás no las tomaría...pero ¿qué importancia puede tener esto en el presente? Decisiones que no han sido siempre fáciles ni "entendibles" para muchos pero que me han hecho ser la persona que soy.

Plantearse cambios y replantear opciones no debería ser complicado cuando lo hacemos desde dentro, desde lo que somos y no desde lo que esperan los demás de nosotros.  Siempre he creído que tomar una decisión es avanzar,  dar un paso hacia delante...Porque si te equivocas ¿qué relevancia tiene?

La vida debería ser como una ola, pero no como una ola gigantesca, sino como pequeñas inclinaciones que nos hacen avanzar hacia lo que realmente queremos y no hacia lo que esperan    los demás. Qué maravilla darse cuenta de que las decisiones son únicamente una determinación hacia aquello que creemos, sentimos y anhelamos. Cuando las prioridades están claras, las decisiones se hacen mucho más fáciles. Dejemos más paso a la intuición, manteniéndonos comprometidos a nuestras decisiones pero con la flexibilidad precisa en su enfoque.

¡Feliz fin de semana para tod@s!

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