jueves, 28 de enero de 2021

Post del Viernes: Y ¿cómo seguir hacia delante?



El mes está costando, creo que nos está pasando a todos. Parece que enero o el año 2021 no ha venido cargado de todo aquello que le pedíamos con mucha ilusión y con cierta "urgencia" hace 29 días. Pero hay que seguir, no toca otra, valorando lo que realmente tenemos y gastando muy poca energía pensando en lo que, por ahora, no tenemos o hemos perdido (y por supuesto no me refiero a la muerte de una persona, creo que es la única excepción a hacer). Hay días que se hace más llevadero y otros cuesta mucho más. La gerencia de la pandemia no se recordará por la buena gestión que están haciendo los que nos lideran y esto no ayuda nada. En ocasiones parece que vivan en otra realidad muy alejada a la de los ciudadanos: ¿No puedo visitar a mis padres que viven en otro municipio, pero sí que puedo ir a un mitin político? Es verdad que es un derecho que no se puede negar a la ciudadanía, pero ¿no se violan muchos otros? ¿qué podemos hacer con tantos abrazos que siguen a la espera porque no los podemos dar? ... Vivimos en una incertidumbre constante y frustrante, pero solo podemos hacer una cosa: seguir remando para poder salir de esta coyuntura, y lo haremos, estoy convencida de que lo conseguiremos,

¿Y cómo hacerlo? ¿Cómo seguir hacia delante? Desde mi punto de vista profesional y personal, la clave está en controlar nuestra mente. Lo repito una y otra vez en las charlas que hago, lo repito a los deportistas que acompaño, lo repito en consulta: tenemos que dedicar tiempo a desarrollar nuestra fortaleza mental porque si no, cuando la necesitemos, no la encontraremos. ¿Se puede? ¡Sí!, ¿Se entrena? Por supuesto. Aprender a controlar la mente rebaja el dolor, la angustia y la impotencia. ¿Cuesta? Sí, ¿Es posible? También. La capacidad de esfuerzo, de superación, de constancia y tenacidad, la fortaleza para poder persistir y enfrentar los reveses también pueden "entrenarse", como entrenamos muchas otras cosas. De igual manera, podemos controlar lo que hacemos y cómo lo hacemos. Y todo ello se convierte en la mejor "medicina" para poder seguir hacia delante. La gestión estratégica y efectiva de las dificultades, la persistencia y la capacidad de gestionar los niveles de ansiedad es lo que nos va a ayudar a poder comprender y controlar nuestros sentimientos y encarar el día a día de la mejor forma posible. Aunque en los momentos más complicados cueste y, no sea nada fácil, porque no lo es. Pero ¿qué otra opción tenemos?

No existe una fórmula mágica que sirva para todos. Aprender cuáles son nuestras fortalezas nos ayudará a enfrentar nuestras debilidades, sin culpas, sin rabia, con realismo. Nos permitirá también a descargarnos  del peso que llevamos, a veces muy difícil de gestionar y soportar... Seguir hacia delante. 

Ahora toca esto, aunque se haga difícil, aunque no acabemos de ver esa esperada luz en un túnel que se está haciendo mucho más largo de lo esperado, aunque las noticias que escuchamos encubran toda pequeña esperanza, aunque, aunque...

¡Mucho valor para tod@s!

jueves, 21 de enero de 2021

Post del Viernes: Para ESO nunca es tarde


Debería estar prohibido y penado decirle a una persona que ya es demasiado tarde para cumplir una ilusión o sueño. ¿Cómo nos atrevemos a hacerlo?

Tendemos a juzgar y a asociar nuestros sueños con nuestra edad: o lo hacemos nosotros mismos o nos lo recuerdan los demás. En una reunión a la que he asistido esta semana se afirmaba con cierta ligereza que hay sueños que solo deben poseerlos los "jóvenes". Un comentario como otro cualquiera que me ha impactado muchísimo. ¿Poner edad a los sueños? Siguiendo este planteamiento es fácil llegar a la conclusión que con más edad, menos sueños podemos tener, parece que la sociedad lo dicta así. ¿Cómo una tendencia tan limitante puede ser acertada? 

Por otra parte, esta idea se contrapone a la que expresan diversos estudios que demuestran que el ser humano nunca deja de aprender y de evolucionar; idea que parece ser contraria a limitar los sueños y las ilusiones. El ser humano se diferencia de los animales por su capacidad de proyectar, de ilusionarse, ¿por qué desperdiciarla?. Hace pocos días leía en la Vanguardia un maravilloso artículo de mi amigo Jordi Nadal que decía que para aguantar las dificultades necesitamos usar dos estrategias, las mismas que se ven en las palmeras: flexibilidad y fortaleza.

Tener proyectos, sueños, ilusiones... debería ser una obligación en todas las edades. Deberíamos convencernos de que la vida nos da el permiso de soñar y que nosotros somos los responsables de sumarle constancia, fidelidad,  serenidad, atreviéndonos a asumir riesgos y a encarar las dificultades  con  flexibilidad y fortaleza... Como las palmeras. Quizás el riesgo más grande es que los sueños dependen de nosotros y eso exige actitud, ganas, sacrificio y, mucha, mucha ilusión. Toca imaginar qué queremos (a veces la parte más difícil) y ponerse a caminar. Sé que esta forma de enfocar la vida provoca discrepancias o disonancias que me posibilita constatar que existe una gran distancia de pensamiento entre las personas y ¡qué maravilla que sea así!

Que nadie limite nuestros sueños, que no lo hagamos nosotros mismo porque detrás de ellos hay instantes de vida y para ESO nunca es tarde. Cada cual que elija los suyos: ¿leer más?, ¿escribir un libro, ¿empezar a correr? ¿aprender un nuevo idioma?

Hoy os deseo un buen fin de semana a tod@s con una frase que no necesita explicación:

"Mientras no alcances, no descanses, de ningún futuro quieras solo la mitad"

Miguel Torga

jueves, 14 de enero de 2021

Post del Viernes: Congelar los instantes de felicidad


Únicamente han pasado 15 días de este nuevo y esperado año y ya nos ha impresionado con diferentes acontecimientos que a algunos, especialmente, les han complicado algo más la vida. El paso de Filomena nos ha vuelto a recordar que el ser humano no tiene la capacidad de control que hace solo un año creía tener. Los acontecimientos de EEUU también nos recuerdan que las personas no somos tan inteligentes como creemos. La pandemia que pensábamos que dejábamos atrás vuelve a resurgir con fuerza....

Pero seguro que, rebuscando un poco, quizás podemos encontrar algún hecho o instante  que nos haya podido aportar algo de felicidad o paz. Por ejemplo, el recibir una buena noticia gracias a una  llamada telefónica, con un mensaje positivo que te hace inmensamente feliz, te remueve por dentro y te llena de esperanza. Cuando esto ocurre, parece que el pecho se expande y acelera y se despierta muy dentro una emoción que te sacude y que deseas que no marche jamás. Me doy cuenta de que cuando esto pasa me siento mucho más fuerte...y solo con una llamada. Me encantaría poder congelar estos instantes de felicidad, que todos pudiésemos hacerlo, para que cuando nos sintamos algo decaídos podamos acceder a ellos, descongelarlos, para que vuelvan a provocar el mismo efecto que la primera vez. También imagino una forma rápida de prestar estos momentos personales a otras personas si lo necesitan, creando así una cadena de instantes de felicidad, podríamos patentarlo.

Ojalá que todos podamos congelar muchísimos momentos de felicidad e ilusión este año...

Buen fin de semana para tod@s!


jueves, 7 de enero de 2021

Post del Viernes: "PLAY" al 2021

Tal vez no exista otro momento de la historia como el actual en el que se haya debatido tanto sobre la importancia de valorar el presente y lo que tenemos y se convierte en un hecho curioso que finalmente nos hayamos dado cuenta. Pienso que sería recomendable que, cuando dejásemos la adolescencia y empezásemos a dar los primeros pasos hacia nuestra vida adulta, nos explicaran bien que debíamos hacer para ser capaces de entender realmente quiénes somos y qué queremos, ya que ambos aspectos tienen una conexión directa con la felicidad y con la capacidad de entender el tiempo presente.

La vida es finita y presente. Finita porque acaba sin avisar y, por muy inteligentes que nos creemos, no somos capaces de aceptarlo y vivir en consecuencia. Es presente porque nadie puede controlar cómo será el mañana. Así que la vida se resume a este momento: el que vives, el que compartes, el que no obvias o te alejas, ...

Ha empezado un año nuevo al que le pedimos muchas cosas diferentes, pero una que se repite en muchos de nosotros es que tengamos la oportunidad de vivir pudiendo hacer más lo que realmente nos hace feliz, sin restricciones, sin miedos al contagio o a ser contagiados, sin temor a nuevos confinamientos. Parece poco y a la vez sigue siendo mucho.

La inteligencia es un recurso altamente flexible que permite la adaptación a una variedad de entornos y situaciones. Y ahora parece que toca tirar de ella para no desesperarse, para no tener la sensación que esta situación nunca acabará, para que la resiliencia sea lo que nos mantenga en equilibrio y no nos permita tirar la toalla.


Quiero desear feliz año a tod@s los que pasan por este blog. También a los que no lo hacen y están pasando un momento delicado. Se me ocurre que lo único que podemos pedirle a este año nuevo es ganas de soñar y fuerza para seguir cumpliendo los propósitos que pretendemos. Trabajemos para ello porque se convierte es la única solución para sentirnos mucho más felices, hagamos una conspiración contra el desánimo y las valoraciones que nos restan, pensemos que el poder estar aquí es lo único cierto que tenemos. Profesionalicemos el vivir sin freno, atreviéndonos, asociándonos con aquel que quiera hacerlo con nosotros. Que gane por mayoría absoluta la ilusión aunque muchos días cueste hacerlo..."play" al 2021!