jueves, 18 de mayo de 2017

Post del Viernes: Quizás vivir es un ingrato trabajo...


Nos encontramos en el momento de la historia de la humanidad donde disponemos de más recursos y oportunidades para vivir mejor que nunca antes lo habíamos podido hacer. Avances y más avances marcan nuestra evolución: somos capaces de usar nuestra inteligencia aplicándola a la ciencia, la medicina, la educación o la política. El ser humano es capaz de investigar sobre la Inteligencia Artificial, curar enfermedades que antes eran 100% mortales o planear llegar al planeta Marte en poco tiempo, también de utilizar la energía nuclear para crear bombas y lanzar misiles. Pero esta "inteligencia" no impide que cada vez haya más gente que necesite ser medicada, se hayan disparado los casos de depresión y ansiedad, de diabetes por una mala alimentación y de personas que viven en una habitación sólo teniendo contacto con el exterior de forma "on line". Curioso, muy curioso, así es el ser humano.

Con ello quiero decir que el ser humano es capaz de hacer lo mejor y de elegir lo peor, de convertirse en un héroe o en el mayor de los villanos. ¿Y cómo lo hacemos? Muchas veces eligiendo en qué dedicamos nuestra inteligencia e invertimos nuestras fuerzas, a veces la vida entera. En ocasiones trabajamos y trabajamos por nuestro ego, haciendo y haciendo y creyendo que la vida es eso, trabajar únicamente por un objetivo. En otras ocasiones disfrutamos tanto haciéndolo que queremos más porque disfrutamos mucho con ello. Pero llega un día que si tienes suerte, convirtiéndote así en alguien muy afortunado,  te das cuenta que quizás eso no es sólo vivir, que el trabajo es tan solo un ingrato acompañante que ha decidido acompañarnos en nuestro camino si no podemos controlarlo y nos controla él a nosotros.

Por ello ¿es importante analizar lo que hacemos y dónde invertimos nuestras fuerzas? ¡Yo creo que sí!  Esta semana, en un largo viaje en autobús que he tenido que hacer, miraba por la ventana y observaba el paisaje: los árboles y sus hojas con ciento de tonalidades distintas, las ovejas y otros animales, las montañas con algo de nieve en sus cimas. La paz que sentía en esos momentos me hacían pensar qué hago aquí, porqué estoy tan lejos, porqué me he aventurado a investigar sobre temas que a veces no entiendo y me superan y mi conclusión es: ¡por aprender! Saberlo y volvérmelo a repetir me serena y me anima, porque no puedo negar que a veces las fuerzas flojean. No es únicamente trabajar duro por un objetivo es aprender de todo y con todo. Me doy cuenta que NO quiero demostrar nada, no quiero conseguir NADA. Sólo quiero aprender. Aprender siendo consciente de cómo crezco y me transformo, de cómo cambio y cambia todo lo que está a mi alrededor, de como dudo. Darme cuenta de que esto me libera, da sentido a las horas dedicadas a las clases, a la lectura y la investigación, me tranquiliza porque si no "llego" allí donde me he propuesto llegar después de haberlo dado  quizás es porque no tengo que alcanzarlo en ese momento o quizás porque hay otros caminos para elegir u otras soluciones a tomar.

Es sólo eso, aprender no únicamente trabajar y saber que mi trabajo es solo eso: aprendizaje...
Buen fin de semana a tod@s!

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