Tus
palabras me ayudan a mirar hacia atrás, a pensar en estos meses que llevamos
corriendo juntos y me ilusiona pensar que lo seguiremos haciendo un poco
más. En
tu carta hablas de los últimos metros de la maratón, de los 195m que parecen
que no se acaban nunca pero que te regalan fuerza, que sabe a gloria, para
cruzar la meta y sentirte muy feliz. La felicidad que siento cuando acabo una
maratón creo que es una felicidad comparable a muy pocas cosas. He practicado
muchos deportes y participado en competiciones muy diferentes (otro tipo de
carreras, triatlones…) y nada se asemeja a una maratón.
Emil
Zatopek, corredor que destacó por su fuerza y resistencia, así como por la
firmeza de su ritmo, cualidades que le valieron el apelativo de la Locomotora
Humana, tiene frases impactantes entorno a esta distancia y una
de ellas es:
"Un corredor
debe correr con sueños en su corazón".
Creo
que es una frase preciosa, que me emociona al leerla y que puede ser exportable
a la vida de cualquier persona que está dispuesta a estar en movimiento, en
proceso.¿Podemos
vivir sin tener sueños? Yo pienso que no, ¿qué opinas tú? ¡Yo tengo muchos¡
Me
encanta cuando hablas del proceso de calibrado y leer la descripción que haces
del tuyo. Tienes razón cuando afirmas que es un proceso de cambio, de saber
dónde estoy y qué siento pero siempre viviéndolo todo desde el equilibrio. De
nada valen las subidas y bajadas emocionales espitosas, la incoherencia en el
pensar y en el hacer.
Desde
hace algunos años uno de mis objetivos personales prioritarios es
"sentirme en equilibrio". Para mí sentirse en equilibrio es intentar
poner en el mismo nivel lo que pienso, hago y cómo me siento. Rechazo las cosas
que me desequilibran, barro de mi mente aquellas situaciones o pensamientos que
no suman e intento vivir las cosas desde la serenidad. No siempre es fácil,
pero se intenta. Este año creo que más que nunca en mi mente están mis 5
prioridades vitales, más claras y bien elegidas y en ellas aboco toda mi fuerza
y entusiasmo. Quizás situaciones que he elegido vivir desde el mes de
Septiembre y otras que han aparecido sin que hayan sido invitadas me han hecho
vivir muy focalizada en ellas. Creo que hoy no toca numerar las 5, pero sí
hablar de una de ellas y es una que nos une: el deporte y, más concretamente,
el running.
Hace
pocos días recibía como regalo un cuento precioso que hablaba del mundo y del
correr…su autor, Oscar Royo, me lo dedicaba porque es conocedor de mi amor cada
vez más grande por este deporte y por el país de Andorra. Lo compartía con una
gran andorra que vive muy cerca de mí y me ha hecho amar a este “pequeño, gran
país”. En una de sus frases decía: cuando me pongo a correr, mi mundo se pone
en movimiento.
El
correr se ha convertido en algo más que un deporte, se ha hecho una forma de
vivir. Mis vacaciones, mis retos personales, hasta mi doctorado no quiere
olvidar este gran aliado que me permite ser más fuerte mentalmente y también
más persona cuando me pone “en mi sitio”.
Creo
que te equivocas al decir que nunca has sido ni serás un deportista…porque el
que quiere avanzar, el que está en continuo movimiento lo es y tú, en
esto eres un gran ejemplo. Lo de hacer carreras es otro tema que para mí no
tiene ningún valor. Siempre digo que aunque no preparase ninguna prueba
seguiría madrugando como lo hago, poniéndome las zapatillas deportivas y
saliendo a correr…Me alegra muchísimo saber que el run es un hábito en tu vida
y que te beneficia…¡qué bien! ¡Espero que lo podamos disfrutar muchos años
juntos!
Sigamos
reflexionando juntos, creciendo, corriendo y quién sabe cuantas cosas llegarán
más para compartir…yo sigo entre clases con mis alumnos, editoriales, máster y
corriendo… mirar hacia delante, ahí está la clave.
Ganar
no lo es todo, pero sí esforzarse para ganar, Lombardi
Un
abrazo lleno de libros y rosas Iolanda López
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