Este semana me preguntaban cuál quería que fuese mi regalo para mi próximo
cumpleaños. La verdad es que sólo tengo uno en la cabeza y es que mi hermana
recupere su salud. Ella era la que me lo preguntaba y me contestaba con una
sonrisa que lo que quería no era un regalo era un deseo.
De vuelta a casa reflexionaba sobre la presencia de los
"deseos" en nuestra vida. El diccionario lo define como “el anhelo de
saciar un gusto”. La verdad es que no me gusta nada esta definición. Desear
implica una cadena de sentimientos, emociones y necesidades, es mucho más que
querer conseguir algo material, para mi adquieren un valor superior a la
simple posesión material aunque se trate de algo palpable…
La frase "dime lo que deseas y te diré cómo eres" nos
ayudaría a definir a una persona. Imaginad si todos nos animásemos a hacer una
lista con sólo 5 ítems con nuestros deseos-regalos. Sólo dispondríamos de 5
minutos así que habría que pensar y sentir rápido.
Hagamos la prueba, coge
un papel y escribe los 5 deseos que te vienen a la cabeza, aquellos que con
poco pensar aparecen y llevan apareciendo hace ya algún tiempo en tu cabeza, sólo pensar en ellos ya te provocan ilusión. ¿Podrían convertirse en regalos materiales o tienen un formato
diferente? ¿Te involucran sólo a ti o a más personas? Atrévete a ser egoísta,
esta es tu lista.
Si vuelves a leer tu listado detenidamente ¿crees que alguno
podría realizarse en poco tiempo, hoy mismo?
Elige uno de ellos, el que tú prefieras y piensa cómo te
sentirías al obtenerlo.
¿Es un deseo o un regalo? ¿Es un sueño o puede hacerse
realidad? Si está en tus manos…¿por qué no atreverse a conseguirlo? Un buen ejercicio para esta semana.
Si el hombre
alcanzara la mitad de los deseos que tiene, redoblaría sus inquietudes.
Benjamin Franklin
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