Querido Ventu,
¿Cómo fue la Diada de Sant Jordi?
Es muy curioso, veo las rosas que recibí que ya empiezan a secarse y pienso
cómo todo tiene una cierta caducidad.
Hoy me gustaría empezar
reflexionando sobre el antes y el después de las cosas. Creo en la importancia
de las previas: nos ayudan a organizar, a proyectar, a ilusionarnos, a seguir
trabajando, a mirar hacia delante. En una primera cita, días antes
piensas qué te pondrás,
qué dirás; si en cambio se trata de una competición cuidas tus últimos entrenos, tus últimas comidas, preparas el material que te ayudará a llegar a la meta y miras una y otra vez el dorsal que te acompañará en tu reto aliándote a él con ganas y cierto temor.
qué dirás; si en cambio se trata de una competición cuidas tus últimos entrenos, tus últimas comidas, preparas el material que te ayudará a llegar a la meta y miras una y otra vez el dorsal que te acompañará en tu reto aliándote a él con ganas y cierto temor.
Luego llega el día "D" esperado y si tenemos la capacidad lo vivimos intensamente: nos emocionamos, nos ponemos nerviosos y muchas ocasiones son llenamos de felicidad. El día de después es diferente. Puede estar marcado por dos sentimientos opuestos: la tristeza porque ya ha pasado (una fecha especial, un evento, una cita…) y nunca volverá o por un halo de felicidad que nos rodea y nos obliga a pasear una sonrisa perenne que aparece cada vez que recordamos un detalle, una palabra o un gesto que aquel momento. Los objetos que han sido protagonistas de la fecha señalada también pierden un valor de forma grotesca y cruel, acaban en el fondo de la lavadora, en un armario escondido o en la basura. ¡Qué final tan cruel! Yo creo que me quedo con las previas…disfruto con ellas, proyecto y hasta me hacen emocionar.
Releo tu carta y vuelvo a la
palabra cambio. ¡Bendito por su existencia! Si no existieran no avanzaríamos y
seguiríamos siendo aquellos adolescentes que en un instituto de barrio, sentados
al sol y con cierta prepotencia, pensábamos que ya lo sabíamos todo.
Me gusta releer la técnica de la
Rueda de la Vida que me explicas. En educación se habla mucho de la necesidad
de la evaluación, una evaluación cada vez más formativa que te permita ir
evaluando el proceso y no sólo el resultado. Deming afirmaba que la evaluación
para la mejora debía ser algo cíclico, formar parte del mismo proceso del que
estás evaluando y no sólo como acto final. El autor sugiere diferentes
pasos para poder realizar una evaluación completa que nos lleve a dar sentido y
evolucionar: planificar (metas, métodos), realizar (ejecutar, tomar
decisiones), evaluar (metas versus resultados) y actuar (mejorar, corregir y
prevenir). No está nada mal ¿no?, si lo hiciésemos quizás evitaríamos volver a
hacer una y otra vez los mismos errores.
Empezaba la carta preguntándote
por tu Diada de Sant Jordi y me despido diciéndote que yo pasé una jornada
maravillosa. Viví con mis alumnos mi pasión por los libros, paseé por la
ciudad, firmé libros, hablé con gente que me enseñó sobre la importancia de la
lectura, recibí rosas y libros de gente cercana y de aquellos que están lejos y
te envían una rosa virtual que llega a oler igual que una de verdad. Puede hablar
con el periodista y escritor Xavier Bosch, ver como otros autores enlazaban
palabras y miradas con sus lectores, confesé en voz alta mi necesidad de seguir
escribiendo esa segunda obra que vive en mi cabeza y por ahora no tengo tiempo
de materializar en un papel…es un día fantástico, de los mejores del año, donde
ves abrazos, sonrisas, besos escondidos de todas las edades y colores…me quedo
con una sonrisa en mis labios y el deseo de que todos los días me sintiera tan
feliz
Un largo abrazo y muy buena
semana
Iolanda López
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