jueves, 19 de noviembre de 2020

Post del Viernes: Trenes pendientes...


Dicen los que saben de la vida que hay trenes que únicamente pasan una vez. Dicen también que o te subes a ellos o pasan para siempre. Cuando crees que están a punto de llegar la pregunta a hacerse es ¿subir o no subir? Pregunta no siempre con una fácil respuesta: a veces toca esperar un poco más, otras veces saltar y subir sin mirar atrás.

Cuando te subes a un nuevo tren en ocasiones implica bajarse de otros, cerrar alguna puerta o etapa. Esta decisión, según el tipo de persona que eres, te lleva a hacerlo de forma distinta. Las personas consideradas como "más emocionales" lo suelen hacer desde el corazón, a veces con cierta  impulsividad o dejando que los sentimientos que se encuentran muy a dentro hablen con total libertad. Suelen ser personas más viscerales y atrevidas. Otro grupo de personas lo hacen desde la racionalidad absoluta haciendo listados infinitos de ventajas y desventajas. Estas muestran mucha más prudencia llevando a sopesar mucho más los riesgos que las ventajas. Pero y si decides no subirte al tren ¿debes considerarlo como un fracaso? Pues supongo que no. 

En mi vida he subido en varias ocasiones a nuevos trenes. Esto ha provocado cerrar algunas puertas, algunas de forma temporal y otras para siempre. Creo que he tenido mucha suerte porque siempre han sido trenes buscados, consciente o inconscientemente. En la previa a iniciar "el nuevo viaje" se viven momentos diversos: para sentir incerteza, para sentir ilusión por las nuevas oportunidades que podían llegar, para sentir el apoyo de las personas con las que compartía mis planes y para sentir también crítica e incomprensión de aquellas que no lo querían entender o admitir.  En mi caso siempre han sido procesos donde la baremación la he realizado con la cabeza y con el corazón (casi diría a partes iguales). Con el paso de los años me doy cuenta de que las decisiones que tomamos marcan nuestro futuro, pero es importante darse cuenta también que las que no tomamos definen también quiénes somos y cómo vivimos. Me encanta conocer y rodearme de personas que en diferentes ámbitos, personales y profesionales, son capaces de cambiar porque así lo desean con valentía y entusiasmo. Siempre que puedo les expreso mi admiración, anhelando muy adentro ser capaz de hacer lo mismo cuando vuelva a llegar el momento.

La vida puede estar llena de lamentos y quejas por los trenes que han pasado, pero también de orgullo y agradecimiento por los que sí has podido tomar y disfrutar. Quizás un nuevo tren o trenes están por llegar y si esto sucede no es tan importante saber cuando va a llegar el próximo, sino focalizarse para estar preparado para saltar si piensas y sientes que tienes que hacerlo...

En la época en la que nos encontramos que parece que el mundo se haya parado quizás es el mejor momento para estar en movimiento...

Buen fin de semana para tod@s repleto de "trenes" ...

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