jueves, 3 de septiembre de 2020

Post del Viernes: Aceptar: la clave para volver a empezar

No ha sido un verano fácil para muchas personas. La incerteza, los continuos rebrotes por culpa del COVID, la complicada situación económica que viven muchas familias lo ha convertido en un periodo de tiempo descafeinado y, para muchos, un verano muy diferente a otros. A nivel personal, lo empecé de forma contrariada, ya que tuve un accidente entrenando con la bicicleta de carretera cosa que me hizo pasar por el quirófano para reconstruir parte del brazo derecho. 

Muchos son los pensamientos, aprendizajes y a las conclusiones a las que he podido llegar durante estos meses y que me gustaría compartir en este primer post del nuevo curso:

- El miedo paraliza. 
- El dolor acobarda, asusta y desespera.
- Es posible que una persona se rompa por dentro pero después que se reconstruya.
- Dar gracias por un hecho complicado no es un acto positivo, es asumir que podría existir una situación diferente y mucho más complicada.
- Llorar es de valientes.
- Aceptar no es renunciar a nada, es vivir con realismo el momento presente.
- Rodearte de personas buenas te hace mejor persona.
- La vida te pone continuamente a prueba, te da sustos pero también te premia.
- La lectura cura la mente y el alma.
- Sentirse querida te hace sentir más fuerte.
- Renunciar a los sueños y planes temporalmente te debilita inicialmente pero te llena de fuerza para seguir hacia delante.
- La constancia es mucho más poderosa que la inteligencia o el talento.
- Dejarse ayudar es una cura de humildad.
- Las limitaciones físicas hacen llorar y desesperarse pero también buscar soluciones que nunca hubieses imaginado.
- Las cosas no pasan por casualidad.
- Enfadarse delante de lo que sucede te hace perder un tiempo muy valioso.
- Tendemos a hacer interpretaciones de todo y de todos y sería mucho más fácil preguntar antes de hacerlas.
- El deporte es una gran medicina.

De este verano me quedo con la capacidad que tiene el ser humano para adaptarse a las situaciones que le toca vivir. A veces lo hace por pura supervivencia, otras con el objetivo de seguir superándose. He entendido que la vida no la podemos controlar como nos gustaría y que aprender a vivir con incerteza te permite vivir con más tranquilidad y paz. Sé que hay muchas personas que están pasando por situaciones mucho más graves que la mía y desde aquí les envío toda mi fuerza.


Empezamos un nuevo curso. Yo personalmente lo enfoco con tranquilidad, trabajando y siguiendo la rehabilitación de un brazo que tanto necesito y que empieza a reaccionar, con la ilusión y esperanza que muy pronto podré volver a disfrutar de las cosas que me hacen tan feliz y que ahora no puedo hacer. Me he dado cuenta de que soy privilegiada por estar rodeada de personas maravillosas que me cuidan, me quieren y me acompañan, que me hacen sentirme más fuerte. También me siento muy afortunada al sentir que soy una persona que me apasionan muchas cosas diferentes y que este hecho me permite seguir creciendo a nivel personal y profesional hecho que me ayuda a leer las situaciones de manera más amplia.También estoy convencida de que esta caída no ha pasado por casualidad, que detrás de ella hay aprendizajes que hacer. 

Me preguntan si me volveré a subir a una bicicleta y mi respuesta es que cuento los días por volver a hacerlo...subir a la bicicleta supondrá volver a subirse completamente a la vida sin miedos. También volveré a correr, a nadar, a poder atarme los cordones de las bambas, a abrir la puerta de casa sin dificultad, a poder cortar la comida o abrir un bote de conservas...acciones tan superfluas en el día a día pero que se han convertido en mis retos diarios.

Buen inicio de curso para tod@s!  Mucha paciencia, pasión e ilusión!

No hay comentarios:

Publicar un comentario