Querida Iolanda,
Poco
a poco las cosas se van recolocando. Desaparecen cajas y el cotidiano adopta
nuevas costumbres y lugares. Es un ejercicio curioso el de conquistar nuevos
espacios para lo que tienes ya un hábito instalado. Escoger dónde está uno más
a gusto en la casa, el espacio para trabajar con mayor tranquilidad, donde
siente que escribe y se concentra mejor, los lugares donde guardar las cosas,
en qué lugar de la mesa se come mejor. Esa parte me gusta. Tiene también
ciertamente, como comentas, una parte agotadora y estresante: Soltar,
desprenderse, guardar, trasladar, deshacer, recolocar. Acabé cansado. Para qué
engañarnos. Pero aquí estamos y luego leí que el cansancio es un mecanismo de protección del cuerpo para evitarnos llegar al desfallecimiento. No lo había visto así nunca..
Lo
que comentas de cómo el hogar armoniza con nosotros es muy interesante. El Feng
Shui es algo que me gustaría conocer a fondo. Tu comentario sobre la luz
(comparto esa búsqueda de sol en cada hogar que elijo para vivir) me hizo
recordar un libro de Tanizaki que se llama “Elogio de la sombra”. Tanizaki hace un repaso sobre la
belleza y la relación entre luz y sombra en las culturas orientales y
occidentales. Defiende la sombra, lo oscuro, lo opaco, la penumbra, la suciedad
incluso, considerándolas como parte de la belleza y alejándola de cualquier
connotación negativa.
Yo soy cada vez más como un girasol. Mi centro está
donde está el astro rey. Me viene la canción de Vetusta Morla “rey sol”: “Rey
de corona rota
préstame un hilo de luz”
Alguna vez he recurrido ya a la
frase de Tanizaki cuando reflexiono sobre cómo incorporamos lo que no nos gusta
de nosotros, lo que arrinconamos, lo que ponemos en sombra, lo nuestro sucio:
“Contrariamente
a los occidentales que se esfuerzan por eliminar radicalmente todo lo que sea
suciedad, los extremo-orientales la conservan valiosamente y tal cual, para
convertirla en un ingrediente de lo bello”.
Siempre
me ha servido Tanizaki para decir que debemos contemplar esa parte de nosotros
que no nos gusta e integrarla dentro de lo que reconocemos como belleza en
nosotros, admitirnos partes de un conjunto de combinaciones y dualidades. Algo
parecido leía el otro día en un libro sobre Biodescodificación al hilo de las
bacterías en nuestro cuerpo tan necesarias y partes del equilibrio de nuestro
funcionamiento biológico. La idea es integrar esa dualidad. Le voy dando
vueltas a todo esto y aprendiendo sobre las esquinas ocultas.
Precisamente
llegué a estas lecturas buscando información sobre el cáncer y su relación
emocional. Y cómo no, las sincronías aparecen. Roger me deja dos libros “Biodescodificació,
El Código secreto del síntoma” de Enric Corbera y Rafael Marañón y “La
Medicina patas arriba (¿Y si Hamer tuiviera razón?) de Mambretti y
Séraphin, en la contra de La Vanguardia hay una entrevista a uno de estos autores,
en uno de los programas de “L'ofici de viure” hablan de la “medicina
integrativa”. Van apareciendo diversas fuentes a la vez que conecto con esta
perspectiva médica: aproximarse a la enfermedad como resultado de un conflicto
emocional.
Algún día podemos hablar de esto. Es un tema interesantísimo.
Pero
hoy no quisiera desviarme de lo que quería decirte: mi admiración por vuestros
retos solidarios. He visto fotos tuyas, de tu hermana, de Patricia, corriendo
la Maratón de Barcelona, siendo “finishers”. Sonreía viéndolas y me imaginaba
vuestro esfuerzo. Y vuestro nuevo reto: “Correr 135 km dando la vuelta a la
isla de Menorca”, correr para la Casa dels Xuklis de AFANOC http://www.migranodearena.org/es/reto/5841/dale-una-vuelta-a-la-investigacion-corriendo-por-el-cancer-infantil/que acompañan a los
niños con cáncer me parece muy hermoso. Os felicito!!!
He
conocido a gente maravillosa en AFANOC. Hace poco me reencontré en la
presentación del libro “Seguiremos viviendo. GINA. Una muerte luminosa es
posible” de Elisabet Pedrosa, con los médicos y enfermeras de
Paliativos y con Núria de AFANOC. Aprendí mucho de ellos sobre la gestión del
dolor, sobre la vida y sobre la muerte. De hecho mi amiga Susana me propuso
hacer un taller de danza y fotografía en la Casa de los Xuklis.
Cuenta
conmigo si, una vez acabada nuestra personal maratón epistolar a la que le
falta ya apenas poco más de 1 km, estas cartas semanales pueden ayudar a dar un
poquito de empuje mental a esa preparación para el reto. Yo encantado de la
vida. Es un “Si, quiero” en toda regla. Será mi manera de acompañaros.
Ayer
volví a correr después de este nuevo parón. Desde mi pisito subo por la
urbanización y en quince me planto en las pistas del Parc Natural del
Montnegre. Arriba, por las pistas forestales que se meten como arterias por
entre los pinos, el mar va apareciendo y desapareciendo en la distancia. Ayer
corrí y sentí de nuevo ese bienestar que mi cuerpo empezaba a reclamar. Por
otro lado, el dolor en el tendón de Aquiles casi desaparecido con el reposo,
aunque un punto me indica de vez en cuando que el subconsciente mantiene
abierta la incertidumbre. Pero ese punto ya no impide correr, es como un faro,
un sistema de alarma.
La Primavera se
acerca, la tenemos delante, casi se puede tocar.
El día abre los ojos
y
penetra
en una primavera anticipada.
Todo lo que mis manos tocan, vuela.
Está
lleno de pájaros el mundo.
Algún día te hablaré de mis vecinos pájaros.
Cada mañana vienen al árbol de enfrente a desayunar. Es un mirlo común.
Un
abrazo eremita. Ventu
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