miércoles, 18 de marzo de 2015

BAJO MIS PIES: CARTA 42. Km 41 : “Sí, quiero”





Querida Iolanda,
Poco a poco las cosas se van recolocando. Desaparecen cajas y el cotidiano adopta nuevas costumbres y lugares. Es un ejercicio curioso el de conquistar nuevos espacios para lo que tienes ya un hábito instalado. Escoger dónde está uno más a gusto en la casa, el espacio para trabajar con mayor tranquilidad, donde siente que escribe y se concentra mejor, los lugares donde guardar las cosas, en qué lugar de la mesa se come mejor. Esa parte me gusta. Tiene también ciertamente, como comentas, una parte agotadora y estresante: Soltar, desprenderse, guardar, trasladar, deshacer, recolocar. Acabé cansado. Para qué engañarnos. Pero aquí estamos y luego leí que el cansancio es un mecanismo de  protección del cuerpo para evitarnos llegar al desfallecimiento. No lo había visto así nunca.. 
Lo que comentas de cómo el hogar armoniza con nosotros es muy interesante. El Feng Shui es algo que me gustaría conocer a fondo. Tu comentario sobre la luz (comparto esa búsqueda de sol en cada hogar que elijo para vivir) me hizo recordar un libro de Tanizaki que se llama “Elogio de la sombra”. Tanizaki hace un repaso sobre la belleza y la relación entre luz y sombra en las culturas orientales y occidentales. Defiende la sombra, lo oscuro, lo opaco, la penumbra, la suciedad incluso, considerándolas como parte de la belleza y alejándola de cualquier connotación negativa. 

Yo soy cada vez más como un girasol. Mi centro está donde está el astro rey. Me viene la canción de Vetusta Morla “rey sol”: “Rey de corona rota 
préstame un hilo de luz” 

Alguna vez he recurrido ya a la frase de Tanizaki cuando reflexiono sobre cómo incorporamos lo que no nos gusta de nosotros, lo que arrinconamos, lo que ponemos en sombra, lo nuestro sucio:
Contrariamente a los occidentales que se esfuerzan por eliminar radicalmente todo lo que sea suciedad, los extremo-orientales la conservan valiosamente y tal cual, para convertirla en un ingrediente de lo bello”.
Siempre me ha servido Tanizaki para decir que debemos contemplar esa parte de nosotros que no nos gusta e integrarla dentro de lo que reconocemos como belleza en nosotros, admitirnos partes de un conjunto de combinaciones y dualidades. Algo parecido leía el otro día en un libro sobre Biodescodificación al hilo de las bacterías en nuestro cuerpo tan necesarias y partes del equilibrio de nuestro funcionamiento biológico. La idea es integrar esa dualidad. Le voy dando vueltas a todo esto y aprendiendo sobre las esquinas ocultas.



Precisamente llegué a estas lecturas buscando información sobre el cáncer y su relación emocional. Y cómo no, las sincronías aparecen. Roger me deja dos libros “Biodescodificació, El Código secreto del síntoma” de Enric Corbera y Rafael Marañón y “La Medicina patas arriba (¿Y si Hamer tuiviera razón?) de Mambretti y Séraphin, en la contra de La Vanguardia hay una entrevista a uno de estos autores, en uno de los programas de “L'ofici de viure” hablan de la “medicina integrativa”. Van apareciendo diversas fuentes a la vez que conecto con esta perspectiva médica: aproximarse a la enfermedad como resultado de un conflicto emocional.

Algún día podemos hablar de esto. Es un tema interesantísimo. 
Pero hoy no quisiera desviarme de lo que quería decirte: mi admiración por vuestros retos solidarios. He visto fotos tuyas, de tu hermana, de Patricia, corriendo la Maratón de Barcelona, siendo “finishers”. Sonreía viéndolas y me imaginaba vuestro esfuerzo. Y vuestro nuevo reto: “Correr 135 km dando la vuelta a la isla de Menorca”, correr para la Casa dels Xuklis de AFANOC  http://www.migranodearena.org/es/reto/5841/dale-una-vuelta-a-la-investigacion-corriendo-por-el-cancer-infantil/que acompañan a los niños con cáncer me parece muy hermoso. Os felicito!!!
He conocido a gente maravillosa en AFANOC. Hace poco me reencontré en la presentación del libro “Seguiremos viviendo. GINA. Una muerte luminosa es posible” de Elisabet Pedrosa, con los médicos y enfermeras de Paliativos y con Núria de AFANOC. Aprendí mucho de ellos sobre la gestión del dolor, sobre la vida y sobre la muerte. De hecho mi amiga Susana me propuso hacer un taller de danza y fotografía en la Casa de los Xuklis.
Cuenta conmigo si, una vez acabada nuestra personal maratón epistolar a la que le falta ya apenas poco más de 1 km, estas cartas semanales pueden ayudar a dar un poquito de empuje mental a esa preparación para el reto. Yo encantado de la vida. Es un “Si, quiero” en toda regla. Será mi manera de acompañaros.

Ayer volví a correr después de este nuevo parón. Desde mi pisito subo por la urbanización y en quince me planto en las pistas del Parc Natural del Montnegre. Arriba, por las pistas forestales que se meten como arterias por entre los pinos, el mar va apareciendo y desapareciendo en la distancia. Ayer corrí y sentí de nuevo ese bienestar que mi cuerpo empezaba a reclamar. Por otro lado, el dolor en el tendón de Aquiles casi desaparecido con el reposo, aunque un punto me indica de vez en cuando que el subconsciente mantiene abierta la incertidumbre. Pero ese punto ya no impide correr, es como un faro, un sistema de alarma.



Para acabar unos versos de Octavio Paz. 
La Primavera se acerca, la tenemos delante, casi se puede tocar. 

El día abre los ojos 
y penetra
en una primavera anticipada.
Todo lo que mis manos tocan, vuela.

Está lleno de pájaros el mundo.

Algún día te hablaré de mis vecinos pájaros. Cada mañana vienen al árbol de enfrente a desayunar. Es un mirlo común. 



Un abrazo eremita. Ventu

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