Ha sido una semana
larga y complicada y releer tu carta me ha regalado una serenidad que he
acogido con cariño. Me gusta mirar hacia delante, mirar hacia el horizonte
cuando se habla de trayecto como tú expresabas en tu carta. Pero mirar desde el
presente sin obsesionarse con el futuro. Llevo dando vueltas a este tema hace
un tiempo y pienso que el ser humano tiende a la anticipación imaginativa del
futuro. Vivimos proyectando...¡Qué gasto de energía tan innecesaria!
Me gusta que hables
de las etapas de cambio. Si no cambiamos nos estancamos, seguimos vistiendo un
traje que nos va pequeño. Saber quién soy y no qué soy y
relacionarse con el tú del otro, creando relaciones que nos permitan avanzar
y descubrir todo lo que nos queda por aprender, es parte de esto a lo que se le
llama vivir. Tener la necesidad de elegir y decidir a partir de un por qué y un
para qué da razón a nuestro existir. Debemos aprender que unas veces ganamos
pero que en la mayoría aprendemos...Me alegra saber que
has retomado el proyecto del libro sobre Battiato. La verdad es que pinta muy
bien. ¡Ansiosa por leer el libro! Una curiosidad ¿Recuerdas cuándo
lo escuchaste por primera vez? Nuestra mente se "eriza"
delante de estímulos que quedan grabados para siempre en nuestra cabeza. Sé que
eres todo un apasionado de la música e imagino lo que estarás disfrutando
con ello, Recuerdo las horas, cuando éramos jóvenes, alrededor de una
guitarra...¡cuánto hace ya de esto! Para nada volvería a aquella época, no
porque no fue importante sino porque allí ya no haríamos nada.
Me encanta la frase
que transcribes: “Desea que venga lo mejor, sin expectativas, y viene en
la forma mejor para ti”. Estoy de acuerdo pero es necesario no estar agobiado
con el tiempo que pasará hasta que esto suceda ni en qué forma llegará…si tiene
que suceder sucederá y desearlo es el primer paso. Un gran proyecto siempre se
inicia con un deseo…y el tuyo hace tiempo que existe, ahora sólo te toca
disfrutar con el camino.
Coincidimos en el
momento de sentirnos en un proceso renovador (debe ser la edad que compartimos,
¡Ventu nos hacemos mayores!). La gente habla de crisis, yo hablo de
transformación. Los cambios cuestan y cada uno debe ir haciendo sus propias
elecciones. El peor daño que se le puede hacer a una persona es darle todo,
porque le evitas la necesitad de esforzarse, la capacidad de superar los
problemas por ella misma y si esto sucede llegará un momento que será incapaz
de resolver sus propias dificultades y culpabilizará a los demás porque ya
nadie le ayuda.
Ando estudiando el
Máster de Educación Personalizada y me doy cuenta que es imprescindible que
toda persona sea el protagonista activo de lo que quiere y de lo que acaba
haciendo. El niño y, más tarde el hombre, debe enfrentarse a la realidad, debe
hacerse cargo de ella y sólo él puede hacerlo. Es verdad que hacerlo acompañado
te hace sentir más fuerte, poner en boca y compartir pensamientos, proyectos y
sentimientos de una forma más fácil, a veces serenamente y otras de forma más
compleja. ¡Qué poco sería yo sin las largas conversaciones delante de largos
cafés "curativos"
Me gusta leerte
cuando explicas las primeras veces cuando saliste a correr y, sobre todo, que
tengas ganas de seguir haciéndolo. Cuando se transforma en un hábito pasa a ser
una necesidad pero nunca debe ser una obligación que nos pese y no nos deje
disfrutar. ¡Cuánto he disfrutado yo corriendo por medio mundo, simplemente
zancada tras zancada! Yo sigo corriendo porque me apasiona hacerlo, porque cada
zancada sólo supone un paso adelante pero cientos de ellas te llevan a la meta.
Creo que el día que no disfrute dejaré de correr pero también pienso que
si la salud me lo permite lo estaré haciendo toda la vida, como forma de
expresión y reformulación personal.
Te preguntas donde
está el punto medio de las cosas y yo creo que es el que te hace disfrutar y
esforzarte a partes iguales. Oigo a gente que dice "hoy me he destrozado"
o "en la carrera fui al límite para ganar pocos segundos" a mi
parecer se quieren y respetan bien poco.Me encanta sentir
que estoy equilibrada, que mi centro de gravedad sigue intacto, que mi
"bloque interno" está bien y centrado, que me dirijo hacia donde creo
que quiero ir aunque cuando esté cerca cambie de sentido o dirección y volver a
empezar si es necesario. Intentando mientras que encuentro lo que busco, ser
feliz con lo que tengo.
Te mando un súper
abrazo, quedándome con ganas de explicarte algunos proyectos, habrá tiempo para ello.
Un fuerte abrazo
Iolanda López
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