He vuelto a fracasar. No me gusta hacerlo, me entristece pero después me hace sentir más fuerte y con ganas para volverlo a intentar.
Es curioso porque cuando le dices a alguien que has fracasado en algo intentan rápidamente convercerte de que no es así. Se ponen serios, se tensan y te dicen cosas como: no digas eso porque no es verdad, no has fracasado, no seas tan dura contigo misma, etc. Es como cuando a un niño quieres que deje de llorar y le intentas entretener con algo para que deje de hacerlo.
Yo les escucho con atención y pienso que se equivocan. He fracasado y sé que me volverá a suceder más adelante. Quizás no en la misma actividad o objetivo pero seguro que en otros aspectos del trabajo, los estudios o a nivel personal. Yo cuando digo que he fracasado no lo digo con pena ni con rabia, es una realidad. No lo he logrado esta vez pero reconozco que lo he intentado. Posteriormente intento poner un porcentaje de "esfuerzo" a la actividad realizada. Si el porcentaje es inferior a un 99%, ahí está la clave, hay que volverlo a intentar y trabajar más duro o diferente. Si el valor es distinto, quizás hay otros problemas a resolver.
Creo que con el paso del tiempo le voy perdiendo el miedo a equivocarme y siento que esta actitud me abre millones de puertas diferentes a si no lo hiciera o si me concentrase a esconderlo. Perder el miedo al fracaso es sacarle el máximo de jugo a la vida...Porque quien esté libre de fracaso que tire la primera piedra...
Yo no tengo miedo al fracaso, ¿y tú?
Buen fin de semana a tod@as!
No hay comentarios:
Publicar un comentario