jueves, 2 de abril de 2020

Post del viernes: ¡Date tiempo!

Tercera semana en casa. Los días pasan, la verdad que más rápido de lo que esperaba...la vida sigue... y nosotros tenemos que seguir con ella. 

En mi último post hablaba de la sensación que tengo de que hay muchas personas que este "retiro forzado" les está haciendo replantearse cosas en su vida...Ahora lo expresan sin miedo, sin vergüenza ¿nos estará pasando a todos? ¿vivíamos tan mal? Esta tendencia a "replantearse" me ha hecho recordar al filósofo vienés Ludwig Wittgenstein cuando recomendó que el saludo que debían usar los filósofos debía ser "Date tiempo". De esta manera los pensadores disponían de más crédito para reflexionar sobre sus propias creencias dándose cuenta de que se estaban cerrando a otras y permitiéndose abrir la mente a nuevas reflexiones. "Date tiempo" parece una expresión algo irónica en estos días pero he descubierto que no lo es...

Esta semana me he permitido "darme tiempo" para analizar cómo ha actuado mi mente y mi cuerpo en estas tres primeras semanas. La primera estuvo marcada por la necesidad de trabajar mucho para adelantar trabajo que tenía pendiente, aunque la mente no estaba para nada centrada, intentar modificar fechas de conferencias e inicios de nuevos proyectos, me envolvía un sentimiento de limitación y de pérdida, de renuncia impuesta y necesidad imperiosa de moverme con un cuerpo agarrotado que me pedía sudar . La segunda por sentirme más serena y resignada, organizada, interior y exteriormente, pero con la mente dispersa y cansada. La sensación de necesitar  moverme y sudar continuaba y se intensificaba así que los paseos por casa seguían siendo mi terapia deportiva...soñaba una y otra vez con correr. Esta tercera semana he sido mucho más "yo" , mi mente parece que ha vuelto a poder producir, eficaz y racionalmente. Sigo caminando y pensando, creando y echando a faltar muchas cosas y a muchas personas. Me doy cuenta de todo lo que teníamos y, temporalmente, hemos perdido...sueño con correr.

Pienso que esta vivencia nos cambiará a todos la vida para siempre pero ¿cómo? ¿para qué? Algunos pensamientos que se han repetido dentro de mi han sido:

- Más que nunca la salud de los nuestros está por encima de todo. Saber que están bien te da fuerza. Me estremece oír las cifras impactantes de enfermos y muertos. Nunca había deseado más ser doctor o enfermera. Pienso en el verano que colaboraré en un pequeño hospital en Costa de Marfil curando heridas y haciendo de traductora de francés de una enfermera maravillosa que me enseñó a tratar a los enfermos con el máximo de respeto y cariño ...parece que muchos recuerdos olvidados cobran vida en estos días.

- Los días, siguiendo rutinas, se hacen mucho más llevaderos. Seguir un horario es fundamental para que este confinamiento pase más rápido. Sigo madrugando y no duermo tan bien...

- Mi atención delante de una pantalla sigue siendo casi nula. Se me hace imposible poder ver una película de ficción. Lo único que he podido visionar es algún documental de no más de 20'. La radio sigue siendo nuestra gran compañera de cuarentena.

- Pienso en la gente que está sola y se siente sola. Dejo de pensar en ello porque me entristece.

- Las muestras de solidaridad me hacen emocionar y aunque sigue habiendo gente idiota que no entiende que la única forma de superar esto es quedarse en casa, me quedo con las personas que van a comprar para sus vecinos, cosen mascarillas o ayudan a montar hospitales improvisados sin esperar nada a cambio

- Pienso en tantos niños y jóvenes que están consiguiendo superar este duro periodo con más dignidad que muchos  adultos. Admiro a sus padres por la paciencia que en muchos momentos tienen que mostrar.

- Ayuda saber que todo el mundo vive la misma situación aunque constato que no con las mismas condiciones.

- La anulación de proyectos que me hacían ilusión me ha hecho, en momentos, perder el ánimo y la ilusión  pero no pienso tirar la toalla . Trabajar y trabajar para volverlo a conseguir.

- Sudar me permite renovarme y empezar de nuevo. ¡Muévete! Eso me digo. Camino un mínimo de 20km al día y eso me hace sentirme bien.

- Pienso que muchos colectivos están dando la talla es esta monstruosa situación: sanitarios, personas de la limpieza, cuerpos de seguridad, vendedores del super, maestros, psicólogos...creo que los políticos vuelven a no estar a la altura.

¿Seremos capaces de ver el mundo con ojos nuevos cuando todo esto acabe? ¿Cuántas personas se atreverán a cambiar cosas de su vida? Sigamos pensando en ello...¡Date tiempo!

¡Mucho ánimo para tod@s!


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