“La meta de la educación es maximizar el
potencial de cada estudiante”
“Tomar conciencia del
potencial es el desafío de toda la vida de cada persona”
(Gagné, 2009)
Vivimos en un mundo global y en
continuo cambio y el trabajo que realizamos con nuestros alumnos en el aula
debería convertirse en un trabajo significativo que permitiera que esa
maravillosa realidad llene de mágicas oportunidades para crecer y evolucionar entrasen
dentro de la clase, nos empapase enriqueciéndonos, animándonos a participar en
ella. La escuela así se convierte en un organismo vivo donde se vive, se interactúa,
se genera, se avanza y se desarrolla.
Llevo años explicando e insistiendo,
en los diferentes centros educativos donde he tenido la suerte de trabajar como
docente y psicopedagoga, sobre la necesidad de considerar a los alumnos con
Alta Capacidad como alumnos que forman parte del aula igual que los demás. Para
muchos profesores sigue siendo un problema cuando se les comunica que uno de
sus alumnos posee alta capacidad. La falta de formación y el desconocimiento
sobre sus características y necesidades educativas de estos alumnos crea en
algunos docentes una situación de inseguridad que les lleva a dudar sobre si estos
alumnos necesitan o no una atención especial, si su capacidad les hace tan
diferentes que tendrán problemas para relacionarse con el resto del grupo o si
continuamente se aburrirá en el aula y esto generará problemas de
comportamiento. Algunos docentes aun piensan que un alumno con alta capacidad
debe obtener sobresalientes en todas sus asignaturas o que su actitud en la
clase será altiva o déspota. De forma involuntaria se evalúan a estos alumnos
bajo un prisma de la crítica desmesurada delante de sus errores para poder justificar
que “no son tan listos como dicen”. Mitos y tópicos aun pasean por los pasillos
de nuestros centros educativos los cuales suponen que sigamos sin entender en qué
consiste la alta capacidad impidiendo el desarrollo óptimo del talento de
millones de alumnos de nuestro país. Un niño con alta capacidad es mucho más
que un CI elevado, es un discente que como el resto de sus compañeros, posee
unas necesidades, preferencias, intereses y dificultades que deben ser
atendidas. Necesita ser acompañado y estimulado.
En 1996, el Informe Delors
insistía en la necesidad de la personalización: “la educación tiene la misión de permitir a todos sin excepción hacer
fructificar todos los talentos y todas sus capacidades de creación, lo que
implica que cada uno pueda responsabilizarse de sí mismo y realizar su proyecto
personal”. Para personalizar la educación es
necesario buscar estrategias, métodos variados y activos de enseñanza que permitan
a los alumnos mejorar su proceso de aprendizaje individual y colectivo
acompañándoles a conseguir los objetivos que se proponen de forma clara y eficiente.
Un ejemplo de propuesta de trabajo: “Un paseo por el mundo”
En el camino e intento de
personalizar la educación en el aula elaboré, o mejor dicho, elaboramos junto a
todos los alumnos donde impartía clase un proyecto titulado: “Un paseo por el
mundo”.
El grupo de 6º de Primaria donde
llevé a cabo la iniciativa estaba formado por 28 niños y dos de ellos
presentaban altas capacidades. Uno de ellos poseía un alto coeficiente
intelectual con una gran habilidad para el diseño y el dibujo presentando gran
creatividad en todo lo que estaba relacionado con el área de expresión
artística. En el segundo, acompañaba su alto coeficiente, una sensibilidad exquisita
por la música (tocaba 3 instrumentos desde los 3 años de edad) y para el
lenguaje (oral y escrito). El grupo del que formaban parte se caracterizaba por
su dinamismo y ganas de aprender y por su gran interés por la diversidad
cultural. Muchas conversaciones iniciadas espontáneamente en clase derivaban a
preguntas sobre cómo se vivía en otros países y de esta curiosidad surgió el
proyecto que se explica en este texto. Un proyecto muy sencillo de organizar y
realizar pero que originó buenos momentos de aprendizaje y trabajo cooperativo
e ilusión por descubrir dando respuesta a los intereses y motivaciones
personales y grupales.
En nuestras aulas muchas
iniciativas dirigidas a los alumnos con alta capacidad obligan a que el alumno
tenga que trabajar individualmente realizando fichas repetitivas de conceptos
ya entendidos que les provocan aburrimiento y, en ocasiones, les supone
alejarse de la vida del grupo. Por evitarlo y valorando los ya conocidos beneficios
que posee trabajar cooperativamente, dividimos el grupo clase en grupos de 4
personas (de ellos también formaban parte los dos niños con alta capacidad). Para
situar el trabajo previamente intenté animar la elección preguntando si algún
padre o madre era de un país diferente al nuestro o si algún familiar cercano
vivía fuera de nuestras fronteras. También proyecté en la pizarra digital un
mapamundi y situamos en él los continentes, países y ciudades más importantes
de cada uno de ellos y unos vídeos. Esta previa me permitió recuperar conocimientos
previos que ya poseían algunos de ellos y sirvieron de estímulo y motivación
para otros.
Cada grupo debía elegir el
continente, el país y la ciudad que querían investigar. En un primer momento
tenían que explicar qué sabían sobre el país y la ciudad elegida y qué les
gustaría saber y por qué. Posteriormente situar el país en un mapamundi y
empezar a buscar información sobre él para descubrir cuál es su bandera, la
religión mayoritaria, las comidas típicas, la moneda, los instrumentos
tradicionales, los deportes que se practican más habitualmente, los personajes
importantes nacidos en el territorio, los monumentos destacados que existen y
que no pueden dejarse de visitar, el tipo de vestimenta que usan sus habitantes, etc. Con toda esta información
debían crear una web de viajes para promocionar el país y ciudad teniendo que
elegir bien los datos que harían aparecer en ella y qué imágenes incorporarían.
El proceso de trabajo se
convirtió en 2 semanas de intenso trabajo que demandaba una implicación de
todos los alumnos y donde todos pudieron aportar, en su trabajo personal y
grupal, todo aquello que descubrían o sabían. Paralelamente al trabajo que iba realizando
el grupo, sugerí a los alumnos con alta capacidad la oportunidad de ampliar
algún aspecto del que pudieran estar más interesados. Los dos aceptaron la propuesta
con mucho entusiasmo. Uno de ellos se apasionó con poder hacer diferentes
maquetas de los edificios importantes elegidos por el grupo y el segundo en
encontrar leyendas y fábulas del país seleccionado, resumiéndolas para poderlas
explicar al resto de sus compañeros.
La experiencia me llevó a constatar
de nuevo que iniciativas de aprendizaje activas y experimentales, donde se combinan
actividades individuales y en equipo, aumentan la motivación de todos los
alumnos y muy positivamente la de los alumnos con altas capacidades ya que en
el proceso se respetaban las diferentes velocidades de aprendizaje, las necesidades
delante de los diferentes retos que van surgiendo, permitiendo responder a las
necesidades de aprendizaje de cada alumno. En el aula todo parecía que fluía,
que era fácil. Proyectos de este tipo permiten llevar a cabo un aprendizaje
personalizado pero colectivo. He repetido la experiencia y siempre ha sido un
gran éxito realizando proyectos sobre los Juegos Olímpicos, la alimentación
saludable, etc. No puedo negar que en ocasiones tuviese que intervenir en algún
grupo para motivar a alguno de sus integrantes o para ayudarles a descubrir
vías correctas para ponerse de acuerdo en las decisiones que iban tomando, pero
valió la pena todo esfuerzo y dedicación porque los alumnos descubrieron un
sentido a lo que hacían cosa que les permitía ampliar sus capacidades
ofreciendo significado a lo que leían o veían, aprendiendo con compromiso y
responsabilidad.
El poder disponer de un aula de
informática espaciosa, el uso de los ordenadores y tablets, el visionado de vídeos,
etc. nos ayudó a abrirnos al mundo de una forma fácil y semi-real…ahora sólo
faltar que podamos visitar estos países, conocer a su gente y seguir
aprendiendo con ella.
Para finalizar quería transmitir
mi ánimo e ilusión para que sepamos poner en el centro a nuestros alumnos,
dejando que entren en el aula sus emociones e intereses, respetemos las
diferencias y potenciemos algunas de ellas, evitemos que nuestros alumnos se
aburran o aprendan con miedo, creemos lazos entre ellos, motivemos un
aprendizaje profundo y estimulante, utilicemos instrumentos de evaluación que
nos informen sobre la comprensión, las habilidades y competencias y actitudes
de nuestros discentes y no sólo para comprobar si han memorizado conceptos y
saben reproducirlos. Seamos capaces de para favorecer el aprendizaje de TODOS y
cada uno de los alumnos, entre ellos los numerosos alumnos con altas
capacidades.
Es verdad que cada día debemos prepararnos para nuestros alumnos y compartir experiencias y técnicas que dan resultados como las que nos la comparten. Gracias.
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