lunes, 6 de octubre de 2014

Next Post: La cara OCULTA de un IRONMAN

3.8km nadando +180km en Bicicleta+ 42'5km corriendo te llevan a ser todo un Ironman (espero que algún día también salga en la propaganda Ironwoman). Una prueba muy exigente y  dura que hasta hace pocos años pocos conocían y menos se atrevían a participar. Es la prueba más dura del triatlón.  La carrera tiene un tiempo límite de 17 h. El tiempo récord está en 7.41h establecido en el Ironman de Roth.
Mi post no va dedicado a una pura descripción de la prueba sino a lo que pienso que hay detrás de ella, cosas que pocos explican y que creo que deben ser conocidas.
He asistido de espectadora a algunos de ellos, los sigo también por TV cuando algún canal ha considerado que el partido de fútbol juvenil de 6ª categoria regional C no es más importante que este duro deporte. 
Ayer lo pude vivir desde muy adentro, durante muchas horas, sufriendo porque una persona muy importante para mi participaba en el que se celebraba en la ciudad de Barcelona. 
Los más de 2500 participantes, con una participación pequeña en número de mujeres, llevaban muchos meses preparándose. El "amateur" debe entrenar grandes distancias de natación, ciclismo y trote a la semana, a veces durante años, para atreverse y llegar a ser "finisher" de esta prueba.

Pero detrás de esta prueba y los kms acumulados se esconden muchas otras cosas más, que quedan como "ocultas" y que muy pocos hablan de ellas. ¿Cuáles son para mi?

- La incredulidad que aparece en la mente humana cuando alguien escucha las distancias de esta prueba por primera vez y se entera que millones de personas participan en ella en muchos puntos de nuestro planeta.

- Los pensamientos que aparecen una y otra vez en la mente de muchos deportistas que les hacen abrir una web, apuntarse a la prueba y decir "ahora ya no hay marcha atrás" (creo que el coste de la inscripción hace que más que uno o una no se tire hacia atrás más de una vez).

-  La emoción de explicarlo a los seres más cercanos, primero con boca pequeña y luego extender la noticia con más seguridad.

- La horas en soledad entrenando, las lesiones, las subidas y bajadas de ánimo, los "yo puedo con esto" o "estoy loco, nunca seré capaz, ha sido una locura pensar que lo iba a conseguir".

-  La complicidad del resto de la familia para suplir las ausencias del triatleta. Y aquí quiero hacer un inciso. ¿Cuántas personas llegan a ser Ironman gracias a la ayuda de otros? Yo afirmaría que casi el 100x100. Así que mi mayor tributo a las parejas, amigos, compañeros que animan una y otra vez a otro a hacerlo, a los hijos que preguntan ¿otra vez te vas a entrenar? Pero que saben que su papá o mamá se está esforzando mucho, que es constante y se convierte en un ejemplo a seguir.

- Los días previos a la prueba, donde duele todo el cuerpo, donde aparecen miedos, donde la mente se hunde en ocasiones.
Ayer el tiempo atmosférico hacía más complicada la aventura. En la salida, bajo una fuerte lluvia y truenos, observaba las cara de muchos de los participantes. Tenían una mirada lejana, perdida, miedosa, dudosa y hasta agónica. Mientras lo hacía mi hermana hizo una reflexión en voz alta en forma de pregunta que me encantó ¿qué historias habrá detrás de cada uno de ellos? Como psicóloga hubiese cogido un lápiz y papel para hacer un estudio de campo. Hubiese hablado un rato con cada uno de los futuros participantes para que me contasen el por qué de tanto esfuerzo (¿sufrimiento?). Estoy convencida que habría obtenido una variedad de increíbles historias, de promesas que miran al cielo, de retos de superación personal.

Un Ironman debe seguir siendo una prueba RESPETABLE por su distancia y dureza porque en ella cuenta la salud, el entrenamiento, la alimentación y la fortaleza mental. También, aunque muchos crean lo contrario, forman parte las dudas, los miedos y temores, las molestias o lesiones y debe ser un reto PERSONAL (lo hago porque creo que quiero y puedo hacerlo no por imitación o intentar demostrar nada, ya que sería un enfoque totalmente equivocado). El hombre más que un "HACER" es un "SER".

Desde aquí mi tributo a todos los que ayer cruzaron la meta y hoy miran su medalla emocionados (una medalla que deben saber valorar y compartir con todos aquellos que de una forma u otra les han ayudado a llegar a la meta), a los que por alguna razón tuvieron que abandonar desde la más honda tristeza por algún problema físico, mental o técnico y también por los que estaban en la linea de salida y en un último momento decidieron no salir, su motivos tendrían.

También a todos los que lo hicieron por una causa solidaria, para recaudar fondos para algún hospital o para ayudar en la investigación de alguna enfermedad.
 El deporte se hace mucho más grande cuando le da la mano a la gente que más lo necesita. Durante las horas de espera en la prueba de ayer Judith, una profesora de la ciudad de Tarragona, me contaba su reto de pedalear 180km en un velódromo para recaudar fondos para la Fundació Sant Joan de Déu (Hospital Materno Infantil). Desde aquí toda mi ayuda a su iniciativa!

Así pasó el Ironman, un día que sus participantes no podrán olvidar jamás, un día que recordaré por el desayuno íntimo, cargado de nervios y confianza con Sonia, el abrazo antes de tirarse al agua de Paco, mi cuñado, y sus primeras palabras de hoy dirigidas a los de casa: hoy soy muy feliz! Felicidades!
Ojalá que cada persona se ponga un reto después de leer este post porque significará que habrá entendido que "retarse" o "soñar" es VIVIR como la vida se merece ser vivida con cabeza, sentimiento y una cierta dosis de locura.
Buena semana a tod@s!

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