miércoles, 10 de junio de 2015

Bajos Mis Pies: Carta 53Km km51: Para una voluntad firme nada es imposible

Querido Ventu,
Releo tu última carta a primera hora de la mañana. Todo está en silencio. Empieza a abrirse el día con tanta delicadeza que me hace dudar si será capaz de hacerlo. Antes de ponerme las zapatillas y salir a correr pienso en lo que me cuentas.

Volvemos a reflexionar sobre el respeto que debemos tener sobre nosotros mismos y para ello tenemos que conocernos, saber qué nos identifica, cómo somos y queremos ser, fundamental para seguir hacia delante. Hace unos días escribía un post en mi blog Femenino sin Límites explicando que tendemos a explicar a los otros qué nos diferencia de ellos, intentamos desmarcarnos de los demás de muchas maneras pero ¿Por qué lo hacemos? ¿Por qué queremos ser tan diferentes? ¿Es tan dañina la igualdad?

Como tú bien explicabas si uno tiene amor propio no necesita el juicio externo de  los demás para saber qué tiene que hacer y dónde quiere estar y llegar. Pero ¿y cuándo el otro te regala su opinión sin pedirla? Cuando te indica qué y cómo debes hacer las cosas…¿Qué debes hacer, dejar de ser tú? Esto sucede muy habitualmente. Lo observo en las relaciones entre mis alumnos. El que se atreve a ser diferente en su comportamiento en muchas ocasiones se le excluye y se le pone la etiqueta de "raro", se le intenta cambiar ¿Pero sabes qué? Gracias a estos "raros" el mundo evoluciona porque este tipo de persona se atreve a pensar y a actuar diferente. Yo les potencio, les cuido y les respeto con pasión. La diferencia no está reñida con la igualdad, se complementan.

En otras ocasiones te he comentado que sigo trabajando en mi tesina sobre niños superdotados y talentosos: “Genes con Talento”, así la he titulado. Cuando más leo, más investigo y comparo, descubro que ya desde la antigüedad se estudiaba la diferencia entre las personas. Muchas culturas la percibieron como un regalo. Las más inteligentes intentaban detectar a este tipo de personas para potenciarlas y que su capacidad repercutiese positivamente en el beneficio de toda la sociedad. Otras, las que después se ha comprobado que menos evolucionaron, veían a estas personas como peligros, así que se les excluía y perseguía tratándolos como si estuviesen enfermos o locos.


Todo el mundo debería tener la  posibilidad de ser diferente, de explotar sus talentos y sueños sin ser juzgado.  En el mundo de la educación nos cansamos de decir que debemos tratar a los alumnos como únicos e irrepetibles pero ¿qué sucede cuándo uno de ellos actúa diferente a sus compañeros? Pues la respuesta es que se evalúa su comportamiento como malo o extraño y se le intenta modificar de inmediato. ¡Nos da miedo la diferencia en una sociedad que no se cansa de atribuirse el adjetivo de cosmopolita pero que tiende inconscientemente a la homogeneidad! ¡Vaya paradoja!

Hablas de intuición y me encanta. Es algo que llevo años intentando desarrollar y cada día actúo más desde ella. Con ella nos atrevemos a actuar, a inventar, a arriesgar. Vivimos de forma más esponjosa, todo fluye más y mejor. Todos los retos deportivos-solidarios que llevo a cabo han aparecido en mi mente así, a partir de una intuición. Me preguntabas cómo llevo los entrenos del que será por ahora mi prueba deportiva más exigente, correr 185km en pocos días. Ahí estamos, superando el cansancio del final de curso y la acumulación de entrenamientos pero muy emocionada de poderlo realizar. ¿Por qué? Porque intuyo que es lo que quiero y debo hacer para ayudar aportando mi granito de arena a todos aquellos que tienen que pasar por los duros tratamientos de la quimioterapia y la radioterapia, ¡ellos si que están haciendo una verdadera cursa de fondo! Como tú me decías en tu última carta somos energía y acción y esto nos tiene que llevar a estar en movimiento continuo. Abandonemos las cargas inútiles, los miedos y limitaciones. Nuestra mente es poderosa pero debemos conocerla, controlarla y guiarla para renacer día tras día. Siempre hacia delante…

Te animo a escribir sobre todo lo que estás aprendiendo ya que estaré encantada de poderlo leer y si además está relacionado con el running...ahí estaré yo para devorarlo.

Hoy me despido con una frase que hace unos meses descubrí y que me anima a seguir luchando cada vez que la leo.

"Para una voluntad firme nada es imposible, no hay fácil o difícil, fácil es lo que ya sabemos hacer, difícil lo que aún no hemos aprendido a hacer bien"
(B.Houssay. Premio Nobel de Medicina y Fisiología) 
Valentía, pasión...porque todo parece imposible hasta que se hace!

Un abrazo y muy buena semana!

Iolanda López

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