Me encantan los Juegos Olímpicos. Cuando llegan hago todo lo que está en mis manos para ver todos los partidos o competiciones. Desde que era una niña lo hacíamos en casa con mis hermanas y padres y ahora sigo haciéndolo. Veo deporte que no sigo habitualmente, veo todo.
No olvidaré una carrera muy especial y lo fue por Samia Yusuf Omar, en el año 2008, en los Juegos Olímpicos de Beijing. He recuperado el vídeo y esta semana lo he visto en varias ocasiones.
Viéndolo llego a la conclusión de que a veces lo más importante no es llegar el primero, ser el mejor...quizás lo más importante es atreverse a hacerlo y, si lo haces acompañado, mucho mejor porque la fuerza de los demás te da la fuerza que a ti te falta.
Samia fue siempre animada por su padre. Le exigía a entrenar duro, a intentarlo una y otra vez. Después de la carrera se convirtió en un icono para muchas mujeres, no por ganar una medalla, sino por salir aquel día a la pista, intentándolo con todas sus fuerzas. La gente del estadio se puso en pie al verla correr, la ovacionó...y ella no dejó de correr hasta que llegó a la meta. Corrió sin miedo...
Mi admiración hacia todas aquellas personas que demuestran cada día que la vida es una carrera individual que cada uno debe hacer. Da igual el ritmo o la velocidad, sólo hay que tener claro que lo hacemos hacia delante, siempre adelante!
Buen fin de semana a tod@s!
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