jueves, 5 de febrero de 2015

Post del Viernes: A veces es mejor sentarse y esperar...

Hoy me he levantado cansada. Ha sido una semana intensa por muchas razones, buenas y no tan buenas. A veces me gustaría cambiar cosas que suceden pero sé que no puedo hacerlo y no pierdo tiempo en intentarlo, algo que he aprendido y aplico mucho desde hace algún tiempo. Me siento y me obligo a no hacer nada, sólo a respirar profundamente delante de una taza de café. Me exijo a no planificar, a no ordenar nada en mi cansada mente hasta dentro de cinco minutos, sólo necesito cinco. Recuerdo otros momentos donde he estado en silencio y me ha servido, vuelvo a revivir la misma sensación ya vivida, una sensación buena y profunda. Llega el viernes y con él un nuevo día, sin más, repleto de actividades.
La suerte de todo es poderlas hacer y disfrutar con ellas, si las elijo no puedo quejarme por ello, sería falso por mi parte.
Huelo el café, valoro la tranquilidad que me ofrece la madrugada. Parece que hace mucho frío para salir a correr, me abrigo y salgo en 5'- me digo, sé que me va bien, lo necesito, pero aún me queda un minuto más de tranquilidad. Parece tonto pero darse cuenta de estos momentos me hacen sentirme más fuerte y más serena. Parece que el cansancio y el sueño empiezan a desaparecer. La fragilidad empieza a transformarse en cierta fortaleza. Treinta segundos más, unos sorbos de un café que llega a su fin. Toca levantarse y empezar…
Muy buen día y fin de semana a tod@s!

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