jueves, 5 de octubre de 2017

Post del Viernes: ¡Dejar de interpretar!

Uno de los aspectos que más me están costando aceptar desde mi vuelta de New Zealand es darme cuenta de la tendencia que tenemos las personas a hacer interpretaciones. Quizás antes no era del todo consciente, ahora lo soy mucho.

Con tranquilidad y cierta alevosía somos capaces de interpretar lo que hacen los demás llegando a conclusiones que son creadas por nosotros mismos y afirmando cosas que pueden llegar a ser no verdad. Interpretamos sin preguntar, nos atrevemos a interpretar aspectos básicos de la vida de los demás. Sin temor hacemos afirmaciones sobre: cómo es el otro, qué sabe o no sabe hacer, qué necesita, qué puede hacer por nosotros, qué habilidades o conocimientos posee, ...un sin fin de interpretaciones que muchas de ellas son erróneas y que modifican nuestra realidad robando confianza hacia lo que vemos y vivimos.

¿Y si dejásemos de hacerlo? ¿Qué sucedería? La respuesta es bastante obvia: veríamos la vida y a los demás con mucha transparencia a través de una mirada más infantil, más inocente y blanca, desde la gratitud y sin condiciones. Confiaríamos más, no dudaríamos tanto, ganaríamos en tranquilidad, nos desprenderíamos de cargas inútiles, expresaríamos con más naturalidad y seríamos más honestos. Muchas razones para no empezar a intentarlo.

Si dejásemos de interpretar quizás la vida sería más sencilla para todos...

Buen fin de semana sin interpretaciones para tod@s!


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