Y es que decidir fatiga, cansa, desgasta. Decidimos y volvemos a decidir por el cúmulo de información que nos llega y por todo lo que vivimos y nos sucede. En nuestra mente se mezclan opciones y variables con las que tenemos que convivir, sin que a veces queramos hacerlo y otras muchas sin saber qué hacer con ellas. A la situación de estrés que puede llegar a aparecer por la necesidad de decidir se le domina "Fatiga de la decisión" o Síndrome de la fatiga de la decisión.
Decidir es necesario pero la "sobre-exposición" a ello nos puede llevar a tomar malas decisiones, generar un alto nivel de estrés y elegir respuestas poco racionales.
¿Has pensado alguna vez la cantidad de decisiones que tomas en un día? Seguro que muchas de ellas son casi insconscientes y rutinarias: a qué hora te levantas, qué ropa eliges para ir a trabajar, qué comes, qué compras en el super, qué trabajos haces cada día, qué actividades eliges hacer cuando tienes algo de tiempo libre, etc.
Esta semana me preguntaba: ¿todas las decisiones que tomamos deben tener el mismo nivel de intensidad? y una siguiente cuestión: ¿Todas tienen la misma importancia? Y he llegado a la conclusión de que NO. Por ejemplo: no es igual la energía que necesitamos para elegir qué desayunamos que la que implica decidir si debemos cambiar o no de trabajo. Las decisiones nos desgastan pero no pueden "controlar" todo lo que hacemos sino nos desgastan, asustan y paralizan.
Estudios en el campo de la Psicología demuestran que las decisiones más favorables se producen cuando estas se realizan cercanas a las horas de descanso, especialmente a primeras horas de la mañana y después de un buen almuerzo. Así, las horas de descanso y de receso son importantes paras recuperar nuestra energía mental y pensar con más claridad.
Durante estos días que le daba vueltas a este aspecto, me auto-analizaba y he podido constatar que cuando disminuye mi nivel de energía tengo mucha más dificultad para controlar mi "actividad mental", costándome procesar la información y a veces hasta siendo incapaz de responder a un WhatsApp, obstaculizándose mi capacidad para tomar buenas decisiones.
¿Qué hago yo para recuperar la energía y la capacidad para decidir? Acciones que vuelven a "llenar" mis depósitos cerebrales:- Intento dormir las horas que sé que me permiten recuperar bien.
- Tiendo a posponer las decisiones importantes a momentos en los que me encuentro más fuerte.
- Elijo muy bien la información a la que me quiero exponer (qué leer y escuchar, por ejemplo) evitando el consumo excesivo de la misma.
- Dedico tiempo a la meditación diaria y al ejercicio físico.
- "Tiro" de fuerza de voluntad e intento "auto-dominar" presiones innecesarias, sin malgastar energía en resolver crisis sino intentándolas evitar.
- Intento dominarme cuando algo parece que se me va de las manos. Roy Baummeister, profesor de psicología de la Florida State University, afirma: “Observa cualquier gran problema que la gente sufre hoy y lo más probable es que el autocontrol esté implicado de alguna manera”.
Decidir, decidir y volver a decidir, con cabeza y corazón, cuando te sientes preparado para ello...Y así entonces acabo pensando que a lo mejor es verdad cuando se afirma que ser feliz es cuestión de voluntad y de buenas decisiones...
Buen fin de semana de buenas decisiones para tod@s!
Buen fin de semana de buenas decisiones para tod@s!
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