En varias ocasiones he querido empezar a escribir este post pero algo dentro de mi no me dejaba. Ahora que siento que puedo escribirlo sé que lo que me impedía hacerlo era volverme a conectar totalmente conmigo misma después de días intensos por muchos motivos. Cuando vives tan alejada de una realidad, de un país, de unas rutinas y formas de hacer te desconectas inconscientemente de muchas dinámicas y formas de vivir. El regreso te recuerda que aquellos cables y conexiones que tenías desconectados deben volverse a conectar si no quieres vivir aislado de todo y de todos.

Llegas a casa e intentas volver a tus rutinas pero todo parece ser diferente. Observas y la gente sigue en sus proyectos, con su vida diaria, totalmente comprensible...pero cuando lo observas con cierta perspectiva no deja de hacerte pensar. Es como si cada persona con la que me he encontrado estuviese encima de una barca en movimiento y para volver a conectar con ella tuviese que saltar a ella para seguir su ritmo y poder así compartir un tiempo juntos. Lo haces porque te interesas por ella y deseas hacerlo pero te sientes algo extraña. Pones la radio (aun no he visto la tele) y las tertulias me enturbian la mente teniendo que apagarla para no agobiarme. Opto por escuchar música o podscasts bien elegidos. Mi cuerpo y especialmente mi mente se quejan y me transmiten que están muy cansados, que necesitan sosegarse y yo sólo les pido que aguanten un poco más, hasta mediados de julio donde les prometo que podrán descansar. Haber vivido con 12 horas de diferencia influye también en tu sueño, tu cuerpo y tu estómago pero tiempo al tiempo, con paciencia todo volverá a ponerse en su sitio, mientras tanto a aprender de este proceso que me tiene muy interesada.
Sigo leyendo y investigando, escribiendo, no al ritmo que quisiese pero lo acepto. Corro y nado diariamente porque me ayuda a pensar y fluir con más espontaneidad. En estos espacios de tiempo me pregunto si volvería a New Zealand y mi mente y mi corazón dicen que no, aunque eche de menos a la gente y a los muchos momentos vividos juntos. Si cierro los ojos soy capaz de recordar miradas, olores y sabores, ruidos, cantos de pájaros...y me gusta hacerlo pero siento muy dentro de mi que la experiencia debía acabar cuando y cómo lo hice.
Siento una felicidad y una gratitud absoluta por todo lo vivido y aprendido durante este tiempo pero sé que debía volver, no sé si para siempre o por algún tiempo, la verdad es que esto no me preocupa lo más mínimo. Acojo los momentos de alegría intensa entre los míos, la melancolía que a veces me acompaña por casa, el no entender algunas situaciones que observo. Admito con máximo respeto el ritmo de vida de los demás queriendo saltar a sus barcas las veces que sean necesarias para saber y vivir con ellos.
Y por ahora decido seguir trabajando y estudiando, seguir encontrándome con gente para compartir el momento, leer y meditar para entender mejor mi mundo y todo lo que me rodea oponiéndome a que entre a mi vida información que no sirve para nada, eligiendo muy bien qué quiero oír y ver. Deseo aplicar todo lo aprendido en mi vida diaria personal y profesional a mi vida de aquí, o donde sea, es lo que quiero pero necesito un poco más de tiempo...
Buen fin de semana sabiendo volver a tod@s!
Buen fin de semana sabiendo volver a tod@s!
No hay comentarios:
Publicar un comentario