Todo empieza y todo acaba, absolutamente todo. Ahora mismo estoy en "standby", parada observando mi pantalla del portátil y escribiendo en la que vuelve a ser mi casa. Después de un largo viaje de más de 36 horas que me ha permitido empezar a evaluar, valorar y sobretodo dar gracias por todo lo vivido en New Zealand, llega el reencuentro tan esperado con la familia y poco a poco con los amigos a los que he añorado en muchas ocasiones. Abrazos que te hacen emocionar, lágrimas de inmensa alegría, sonrisas y palabras que te llenan todo el cuerpo ... volviendo a agradecer que todos están bien y que siguen ahí donde siempre, escuchando, alegrándose y animando.
En estas noches de cierto insomnio pienso en los ciclos de la vida. Los inicios de las nuevas etapas siempre vienen marcados por un sentimiento de cierta pérdida y a la vez de una sensación de absoluto agradecimiento interno que te hace saber que algo da comienzo. Cuando iniciamos una nueva etapa vivimos los momentos previos con alegría y cierto temor, todo se envuelve de preparaciones, de despedidas, de proyecciones de cómo irá o qué sucederá. Sabemos que algo empieza a funcionar, a moverse. Pero ¿somos tan conscientes cuando algo llega a su fin? Creo que nos cuesta mucho más y pienso que saber cerrar el "círculo" de una etapa o una experiencia es fundamental. Es como una partida de ajedrez: has movido muchas fichas, has aplicado tus técnicas pero esta no finaliza hasta que das la mano a tu adversario para constatar que todo ha acabado y toca empezar de nuevo.
Ha llegado el momento de empezar a cerrar algunas puertas, guardar experiencias, amistades y momentos irrepetibles y despedirse con la misma ilusión y serenidad con la que inicié este gran proyecto. Me siento en paz conmigo misma, con un sentimiento de cierto recogimiento por ser consciente del crecimiento personal y profesional realizado, intentando observar cómo he asumido mis responsabilidades, parándome para escuchar lo que siento, habiendo entendido que únicamente debo ser lo que realmente soy sin pretender ser lo que no soy o obtener algo que no me pertenece. Me doy cuenta que cuando aceptas quién eres y qué haces eres capaz de sentir la paz y la felicidad de forma más duradera, las situaciones que te provocan dolor las aceptas acogiéndolas e intentando gestionarlas lo mejor posible, sin apegarte y sin rechazar lo "otro". Porque la vida es eso una sucesión de alegrías y tristezas, de buenos encuentros y desencuentros, de grandes éxitos y malos intentos, de inicios y finales.
¿Y cuál es el objetivo a partir de ahora? El no desear cada vez más y más y optar por una simplicidad para seguir conociéndome, explorando, aprendiendo. Mucho más que acumular "conocimientos" acumular VIDA. Evitar juzgar, valorar, comparar o competir mirando profundamente las causas, con estabilidad y la máxima lucidez, para darme cuenta de las cosas con calma emocional, sabiendo aceptar mis anhelos, miedos o necesidades. Trabajando mis sensaciones, emociones y pensamientos para ser feliz y sobre todo hacer feliz a todos aquellos que nos rodean, sabiendo lo que es realmente necesario y qué es superfluo. Además de todo ello empiezan nuevos proyectos personales y profesionales que me llenan también de ilusión y que tocará disfrutar al máximo.
Así cierro un círculo, un círculo al que siempre estaré agradecida, bye New Zealand gracias por todo, hello Spain.
Buen fin de semana a tod@s!
¿Y cuál es el objetivo a partir de ahora? El no desear cada vez más y más y optar por una simplicidad para seguir conociéndome, explorando, aprendiendo. Mucho más que acumular "conocimientos" acumular VIDA. Evitar juzgar, valorar, comparar o competir mirando profundamente las causas, con estabilidad y la máxima lucidez, para darme cuenta de las cosas con calma emocional, sabiendo aceptar mis anhelos, miedos o necesidades. Trabajando mis sensaciones, emociones y pensamientos para ser feliz y sobre todo hacer feliz a todos aquellos que nos rodean, sabiendo lo que es realmente necesario y qué es superfluo. Además de todo ello empiezan nuevos proyectos personales y profesionales que me llenan también de ilusión y que tocará disfrutar al máximo.
Así cierro un círculo, un círculo al que siempre estaré agradecida, bye New Zealand gracias por todo, hello Spain.
Buen fin de semana a tod@s!
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