La intuición es algo que habla pero que a veces no sabemos entender. Corre a nuestro alrededor de puntillas, nos acompaña sin presionarnos, nos susurra pero muchas veces parece que estemos sordos o nos de miedo escucharla. Se convierte en una habilidad para conocer, comprender o percibir algo de manera clara sin la necesidad de utilizar la razón.
Si somos capaces de conectar con ella parece que el mundo se amplía, pudiéndolo mirar de forma muy diferente. Si realmente nos atrevemos a mirarla a la cara nos explica que la vida hay que vivirla con sobriedad teniendo tiempo para las cosas que nos motivan y nos hacen disfrutar, y lo más importante, sabiendo elegir cuáles son y eso no siempre es fácil. La elección se convierte en una decisión libre porque si algo se impone la intuición muere.
Si somos capaces de conectar con ella parece que el mundo se amplía, pudiéndolo mirar de forma muy diferente. Si realmente nos atrevemos a mirarla a la cara nos explica que la vida hay que vivirla con sobriedad teniendo tiempo para las cosas que nos motivan y nos hacen disfrutar, y lo más importante, sabiendo elegir cuáles son y eso no siempre es fácil. La elección se convierte en una decisión libre porque si algo se impone la intuición muere.
Nos enseña a escucharnos, a mirar hacia dentro descubriendo que la cosa más grande que tenemos es estar VIVOS. Y lo demás es posterior, todo, absolutamente todo. Cuando lo entendemos todo vuelve a cobrar sentido. Dejas de preocuparte por lo que no tiene sentido y pruebas, te arriesgas, te lanzas, caminas abriendo puertas que nunca antes pensabas que ibas a descubrir, confiando y sintiendo que puedes porque amplias el conocimiento y cambia la valoración que uno posee de uno mismo sabiendo tomar mejores decisiones. Intuir es escucharse y saber anticiparse acallando la mente. Poder descartar y optar por aquello que en ese instante carece de una respuesta clara y segura pero que te impulsa a querer hacer algo nuevo o a vivir las actividades cotidianas encarándolas como retos libres de prejuicio.
Me gusta saber que está y me acompaña. Hubo algún tiempo que me costaba mirarla a los ojos pero ahora no dejo que me abandone. Pero ¿cómo te conviertes en una persona intuitiva?
- Es necesario escucharse, tomar tiempo para mirar hacia el interior sin que hayan cosas que nos distraigan, saber parar y tener tiempo para detenerte completamente (en mi caso meditar).
- Aprender quiénes somos, actuando acorde a lo que sentimos, nos decimos y hacemos.
- Dedicar tiempo a observar sin prejuicios.
- Escuchar y conectar con los demás.
- Saber imaginar qué queremos y por qué.
De nuevo comprendo que la necesito para vivir, porque la lógica casi siempre tiene razón pero la intuición jamás se equivoca.
Buen fin de semana intuitivo para tod@s!
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