Tengo la sensación que si una persona no aporta nada nuevo o es innovadora, si no está presente en los medios y activa en las redes sociales seguida por cientos de seguidores ni existe y se considera que no tiene nada que aportar. Pensar sobre ello me parece muy duro pero creo que es real.
Ayer leía una entrevista que le hacían a un profesor de la Universidad de Harvard donde expresaba que, desde hacía años, tenía la obligación de hacerse la misma pregunta al acabar cada curso escolar, substituyendo otras muchas más importantes para él. La pregunta en cuestión era: ¿Qué puedo enseñar yo mejor que NADIE para que no me hagan desaparecer? La tuve que leer varias veces para creérmela, pero reflexionando estoy segura que cientos de personas están obligados a hacérsela cada día: ¿cómo puedo ser mejor que las personas que están a mi alrededor para seguir existiendo? La comparación se ha convertido en una "plaga social" y entre todos determinamos quiénes son los ganadores y quiénes no lo son por su capacidad de venta y posicionamiento en el exterior.
Ahora el objetivo ha pasado de ser "qué hago bien" a "en qué soy mejor que nadie"....porque si no soy capaz de hacer una cosa mejor que los demás ,es que quizás no hago falta. Y esta disyuntiva sucede en el mundo de la empresa, las universidades y escuelas, los hospitales y es exportable a todos los campos y sectores sociales.
Con esta reflexión no quiero expresar que estoy en contra de cualquier innovación o mejora continua. Valoro y me apasionan las personas que son capaces de desarrollar su talento (estudio sobre ello ), que se re-inventan, que aportan, que evolucionan y nos ayudan a los demás a subir de nivel... pero la valoración de sus avances no debería descartar la existencia de todas aquellas otras que en silencio siguen su camino, trabajando por lo que creen y sienten, sin tener el más mínimo interés por ser conocidas, compararse, difundirse o trabajar por encontrar un lugar destacado en el "mundo digital", empresarial o cualquier otro espacio visible. Valoramos y buscamos con intensidad lo único, lo genuino, lo nuevo y diferente pero ¿y los demás? ¿No hay un "lugar" para ellos?
Con esta reflexión no quiero expresar que estoy en contra de cualquier innovación o mejora continua. Valoro y me apasionan las personas que son capaces de desarrollar su talento (estudio sobre ello ), que se re-inventan, que aportan, que evolucionan y nos ayudan a los demás a subir de nivel... pero la valoración de sus avances no debería descartar la existencia de todas aquellas otras que en silencio siguen su camino, trabajando por lo que creen y sienten, sin tener el más mínimo interés por ser conocidas, compararse, difundirse o trabajar por encontrar un lugar destacado en el "mundo digital", empresarial o cualquier otro espacio visible. Valoramos y buscamos con intensidad lo único, lo genuino, lo nuevo y diferente pero ¿y los demás? ¿No hay un "lugar" para ellos?
Me planteo cómo poder encontrar el equilibrio para poder crecer profesionalmente y personalmente , adaptándome a los cambios pero sin perder mi esencia y sin focalizar todas mis fuerzas en tener que "vender" lo que hago para que pueda ser respetado. Quizás la solución es descubrir quién somos realmente, qué queremos y tener la capacidad de "personalizar" todo lo que hacemos, sin subordinarnos a las modas pero sí adaptándonos y aprendiendo de los cambios, aportando valor y ofreciendo lo mejor de nosotros mismos, ofreciendo fiabilidad para ir evolucionando pero en la medida y de la forma que nos sintamos más cómodos.
Supongo que hay muchos que no piensan como yo...pero no deberíamos creer que si no te conocen no existes...Yo, aunque no sea capaz de hacer una cosa mejor que los demás...siento que quizás pueda hacer falta...
Buen fin de semana a tod@s!
Buen fin de semana a tod@s!
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