Me conmueve ver a gente que ofrece su tiempo libre a los demás, sin esperar nada a cambio, lo hacen porque sí. Los fines de semana, cuando tengo ocasión de correr a unas horas "más normales", siempre me encuentro algún grupo de personas con alguna discapacidad mental que pasean cerca del mar.
Lo curioso de todo esto no es que lo hagan sino con quién van acompañados. Sus acompañantes-voluntarios gente de diferente edad, la mayoría jóvenes, les acompañan, les dan la mano, les escuchan, les sonrien, les tranquilizan.
Juntos son felices, se regalan tiempo y felicidad ...
Hace ya algunos años dedicaba parte de mi tiempo libre a la educación de niños y niñas de barrios periféricos de Barcelona. También durante la semana asistía a una asociación donde enseñaba, junto a mi hermana, a un grupo de jóvenes con una alta discapacidad mental a tocar la guitarra. No era fácil ya que muchos tenían dificultades para sacar de la funda el instrumento, coger bien la guitarra o recordar lo que se le explicaba. Después de un año de trabajo preparamos su primer concierto. Este consistía en ser capaces de sacar ellos solos la guitarra, cogerla y mover sus manos. Esto puede parecer algo muy insignificante pero ¡cuánto tuvimos que sudar y tuvieron que esforzarse para conseguirlo! Una canción sonaba en un CD mientras ellos cantaban muy animados, se les veía escandalosamente feliz. Lo consiguieron, fueron capaces...recuerdo sus caras y la de sus padres….fue un día muy especial para ellos, también para mi. Lo que hizo posible aquel gran triunfo fue que ellos mismos creyeron que podrían hacerlo.
Hoy mi post va dedicado a toda la gente que dedica parte de su tiempo a los demás, sin esperar nada a cambio y que hacen que este mundo sea más humano. Espero que un día todos consigamos ayudar a que las personas que nos rodean sean mucho más feliz.
Feliz Semana para todos
Hace ya algunos años dedicaba parte de mi tiempo libre a la educación de niños y niñas de barrios periféricos de Barcelona. También durante la semana asistía a una asociación donde enseñaba, junto a mi hermana, a un grupo de jóvenes con una alta discapacidad mental a tocar la guitarra. No era fácil ya que muchos tenían dificultades para sacar de la funda el instrumento, coger bien la guitarra o recordar lo que se le explicaba. Después de un año de trabajo preparamos su primer concierto. Este consistía en ser capaces de sacar ellos solos la guitarra, cogerla y mover sus manos. Esto puede parecer algo muy insignificante pero ¡cuánto tuvimos que sudar y tuvieron que esforzarse para conseguirlo! Una canción sonaba en un CD mientras ellos cantaban muy animados, se les veía escandalosamente feliz. Lo consiguieron, fueron capaces...recuerdo sus caras y la de sus padres….fue un día muy especial para ellos, también para mi. Lo que hizo posible aquel gran triunfo fue que ellos mismos creyeron que podrían hacerlo.
Hoy mi post va dedicado a toda la gente que dedica parte de su tiempo a los demás, sin esperar nada a cambio y que hacen que este mundo sea más humano. Espero que un día todos consigamos ayudar a que las personas que nos rodean sean mucho más feliz.
Feliz Semana para todos
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