Con poco más de 9 años, en casa dejamos de celebrar la festividad de los Reyes Magos. Ese día enterrábamos a la madre de una gran amiga. No hubo ninguna conversación que derivara a esta decisión pero los años posteriores, casi por inercia, los regalos eran entregados el día de Navidad y el día de Reyes era un día normal. Años después llegaron los peques y decidimos que sus regalos tenían que llegar el día de Reyes, pero nosotros no cambiamos.
Después de unos años en que todos regalábamos a todos y se acababa comprando por comprar y malgastando tiempo y dinero decidimos que cada integrante de la familia se convirtiría en el "Rey o Reina" Maga de sólo una persona. Para poder disfrutar de este previlegio, a finales de noviembre, cada uno de los integrantes de la familia debe tener escrita su carta. La elección del Rey Mago se ha convertido en un momento de alegría y diversión, siempre con la misma mano inocente desde hace años que es la encargada de sacar los papelitos que reparte con misterio y seriedad a cada persona que está alrededor de la mesa.
En los últimos años las cartas son una gran oportunidad para hacer balance del año. Las cartas describen los momentos vividos que han marcado el año, que sólo en un mes se acabará. Hablan de esos momentos que querríamos olvidar, de los sueños conseguidos, la situación social o laboral que nos toca vivir, los avances de los niños de la casa...
Yo ya he escrito mi carta y ya ha sido enviada a su majestad. En ella doy gracias por todo lo vivido y conseguido, por las sorpresas, por los aprendizajes realizados en ocasiones de forma muy fácil otras con mucho esfuerzo y también he expresado que no quiero volver a vivir algunos momentos que me han hecho sufrir y han hecho sufrir a la gente que más quiero. También en estas línias me exijo a evaluar mi comportamiento, mis actitudes, el trato que he realizado a los demás y la última parte recoge mis deseos para el próximo año. Para el año que viene tengo muchos proyectos así que lo he detallado muy bien. Esto me ayuda a pararme, a poner por escrito y evaluar para seguir avanzando.
Leer las cartas de los demás me emociona, me hace sonreir y me hace sentirme feliz y querida. Me encanta conocer como han vivido ellos el año, qué análisis hacen, que retos o proyectos quieren conseguir para el próximo año.
Escribir ayuda a parar para seguir, detenerse para seguir caminando con más fuerza...seguir para poder vivir con intensidad todo lo que está por llegar...
y tú, ¿Te animas a escribir tu carta? Seguro que hay alguien que desea ser tu Rey o Reina Maga particular...
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