Una mente pobre no tiene palabras. En cambio, una mente rica tiene un universo repleto de ellas que, a su vez, combinadas y hechas propias se unen a nuestras acciones y se convierten en la llave maestra que abre buena parte de las puertas y situaciones que nos presenta la vida.
En mis continuos viajes laborales tengo la inmensa suerte de conocer a muchas personas con una capacidad exquisita de expresarse, que más que habla parece que recita frases que muchas veces me hacen pensar y replantearme aspectos, palabras que puden llegar a tocar el alma y el corazón.
Cada vez disfruto más de una buena conversación llena de palabras rigurosas y reflexivas, de palabras elocuentes, de palabras transformadoras. Lo peor de todo es tener, en ocasiones, tan poco tiempo para disfrutar de ellas.
Hablemos más, mucho más, llenemos nuestra mente de palabras que nos transformen y trastoquen lo como pensamos, sentimos o deseamos...Hablemos, llenemos el mundo de buenas palabras que curen, que sanen, que apacigüen, que comprendan, que transmitan, que acojan...
Buen fin de semana para tod@s lleno de palabras.
Hablemos más, mucho más, llenemos nuestra mente de palabras que nos transformen y trastoquen lo como pensamos, sentimos o deseamos...Hablemos, llenemos el mundo de buenas palabras que curen, que sanen, que apacigüen, que comprendan, que transmitan, que acojan...
Buen fin de semana para tod@s lleno de palabras.
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