Estos días donde se recuerda a todas aquellas mujeres que han tenido o padecen un cáncer de mama hago extensivo mi pensamiento y mi admiración por todas ellas. Cada una sabe por donde ha pasado y como ha sido su camino de curación...para mi grandes mujeres que merecen toda mi admiración, especialmente admiración por una de ellas, una mujer que para mi siempre ha sido una referencia en mi vida. También estos días no puedo parar de pensar en los peques que llenan los hospitales padeciendo esta enfermedad.
Pensar en ello es venirme a la cabeza el nombre de un pequeño valiente al que quiero, del que no dejo de pensar en él ni en sus padres amigos del alma, amigos por todo lo que hemos vivido juntos y por todo lo que nos queda aún por vivir.
Porque ahora cuesta reír, porque no entendemos por qué puede afectar a niños tan pequeños, porque ni él mismo sabe qué está sucediendo, porque no entiende porqué tiene que estar en el hospital y porque a los adultos se nos hace muy difícil explicarle que muy, muy pronto se pondrá bien, que ya falta un día menos. Ahora toca repetirle que se pondrá bien, que no debe tener miedo y que si lo tiene sus padres, hermano y todos los que nos tiene a su alrededor haremos que no lo tenga, porque es un valiente, nuestro valiente!
Hoy mi recuerdo va dedicado a todos estos peques valientes no están solos y no lo van estar nunca, porque hay muchas personas que les quieren, que los adoramos, que los protegemos con nuestros pensamientos diarios.
Por ti D, nuestro gran valiente campeón y para todos los peques que sufren esta enfermedad va mi reflexión y foto de la semana, ¡porque podremos con ella...y tanto que lo haremos!
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