Estos días pensaba que en muchas ocasiones las personas nos convertirnos en Grandes almacenes de Dolor. Como las mejores tiendas en esta época del año, hemos acumulado "productos" dentro de nosotros y muchos de ellos impregnados por el "miedo". Los guardamos dentro y los clasificamos por materias: primera planta miedo a lo nuevo, segunda planta miedo a lo que dicen o piensan los demás de nosotros, tercera planta miedo a no estar a la altura, cuarta planta miedo a que los demás sean mejores, quinta planta miedo a que se den cuenta que no lo sabemos todo...y así nuestro interior se va contaminando y haciéndose cada vez más débil llegando al último piso dedicado al producto estrella: planta dedicada al "miedo a vivir".
¿Por qué pasa esto? Yo creo que es porque nos aterran muchas cosas porque no podemos controlarlas, porque la vida (que es la que manda, nuestra gran jefa) no nos permite hacer en cada momento lo deseamos o creemos necesitar y esto nos lleva a hacer temerosos y a vivir en un continuo enfado fuera de control..
Este miedo vive en plantas inter-conectadas donde entra y nunca más quiere volver a salir. ¿Por qué no aprovechar el inicio del año para deshacernos de él? Vendamos a precio de ganga el miedo, el desconsuelo, el daño, la pena y el congojo, el tormento y la angustia, la comparación... Vivamos casi desnudos, de la forma más sencilla posible, sin pesos inútiles.
¿Cómo conseguirlo? Pienso que podemos hacerlo en el momento que descubrimos que no existe miedo o dolor sin una idea asociada, cuando nos damos cuenta que somos ya personas completas, cuando aprendemos a querernos y a respetarnos viviendo más libres y más ilusionados...ahora sólo falta atreverse...
¡Buen fin de semana a tod@s de conocimiento personal y liberación!
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