Sé que puede convertirse en un mal compañero: te hace estar incómodo, te pone nervioso o te exige análisis que no estás preparado para hacer.
Hace unos días pude estar en un monasterio cercano a la ciudad de Girona. Un "retiro" en un lugar con más de 1.000 años de historia. Parar para reordenar. Es curioso porque cuando lo comentaba con la gente más cercana muchos me preguntaban ¿pero estás bien? ¿Y por qué no iba a estarlo?
El silencio no tiene tiempo y eso es lo que realmente buscaba: el no tiempo. Pasear por pasillos con muros gruesos que te aíslan pero no te oprimen. Escuchar la historia que esconden aquellas dependencias y compararla con la tuya. Numerar mentalmente todo aquello que haces y darle sentido. Escribir en una libreta, sin releer, ya lo harás. Pensar en un nuevo objetivo y cómo llegar a él buscando caminos que te acerquen y te hagan más libre. Correr por la montaña cercana y sentirse en ocasiones ligera y muchas otras cansada y pensada.
El silencio te regala todo esto...quizás deberíamos callar más....
Buen fin de semana a tod@s!
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