Las cosas no siempre suceden como uno quiere. Hacemos planes que nos ilusionan, que esperamos con muchas ganas y cuando están a punto de llegar no pueden hacerse realidad.
Estos días he confirmado que una actitud flexible, reformular, saber leer la realidad de forma serena, desde la mente y el corazón nos da paz y nos hace estar más tranquilos.
El dolor nos puede golpear y preocupar pero no paralizar. Saber cambiar es saber vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario