jueves, 14 de junio de 2018

Post del Viernes: La última colilla


Esta semana mientras iba hacia el despacho he vivido un suceso que me dejó impactada para todo el día. Un chico de edad parecida a la mía caminaba pocos pasos por delante. Muy alto, desgarbado, con pelo largo muy dejado y sucio caminaba apresuradamente como si llegase tarde a alguna parte.
Llevaba unos pantalones de algunas tallas más grande que la suya y transmitía fragilidad y cierto desiquilibrio en cada paso que daba.

En la primera terraza por la que pasó, se acercó a una de las mesas vacías, cogió una de las colillas que había en el cenicero y se la metió en el bolsillo. Repitió el mismo acto en varios bares donde recogía los cigarrillos a medio acabar, los soplaba como si así los pudiese limpiar y los escondía con rapidez en los bolsillos. Esta vez la última colilla, un cigarrillo casi acabado, no iría a la papelera sino que iría a su boca. Aquello que ya no tenía uso, él se lo había vuelto a otorgar.

Llegó el momento en el que nuestros caminos se separaron y yo le seguí largo tiempo con la mirada. 
¿Qué ha podido pasar en su vida? ¿Qué ha podido suceder para tener que vivir recogiendo las colillas de los demás? Me planteo los acontecimientos que provocan que tantas personas vivan en la calle y pasan sus días pidiendo o mendigando. En nuestras ciudades cada vez son más jóvenes ¿qué está pasando en nuestra sociedad? ¿Qué estamos haciendo mal? Por momentos pasó por mi mente que pudiese ser yo la que era la que recogía las colillas o alguien conocido y sentí, muy egoístamente, un cierto temor. 

La vida no es igual de fácil para todos. Esta semana nos enterábamos que un barco navega sin puerto fijo con cientos de personas a bordo, muchas de ellas menores de edad, rogando que algún país le permita atracar y poder ofrecer la asistencia sanitaria que necesitan sus tripulante con urgencia. Tuve la ocasión de escuchar en la radio la entrevista que le hacían al coordinador de Proactiva Open Arms https://www.proactivaopenarms.org/es afirmando las duras condiciones que las personas que abandonan su casa en busca de un destino mejor tienen que pasar en el mar. Proactiva Open Arms es una organización no gubernamental y sin ánimo de lucro cuya principal misión es rescatar del mar a los refugiados que llegan a Europa huyendo de conflictos bélicos, persecución o pobreza. Ellos intentan salvarles la vida llevándoles a un puerto a salvo, en busca de una nueva oportunidad. "Sólo mostramos al mundo las historias que otros se esfuerzan a esconder".

La vida se convierte en algo muy frágil ya que todo puede cambiar en cuestión de minutos, de meses o de pocos años. Cada VIDA debe ser respetada para ser vivida con la máxima dignidad, porque todo el mundo tiene derecho a agarrarse a la vida con ilusión y escribir su propia historia. Hoy mi post quiere convertirse en un recuerdo a todas aquellas personas que por diferentes motivos tienen que vivir en la calle y sobre todo un deseo: que seamos capaces de tratar a cada ser humano como nos gustaría que nos tratasen a nosotros.

Buen fin de semana respetuoso para tod@s!

2 comentarios:

  1. Buena denuncia, Iolanda. Cada vez son más los excluidos, los 'sintecho'. Deseo, como tu, que no seamos insensibles.

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