jueves, 17 de diciembre de 2020

Post del Viernes: Porque ¿es todo medible?


Pienso en la felicidad, intento medirla y no puedo. No puedo pesarla ni saber cuanto mide.

Pienso en el miedo, intento medirlo y no puedo. No puedo saber cuanto influye dentro de las personas.

Pienso en la pasión, intento medirla y no puedo. No puedo saber cuánto pesa en nuestra mente y en nuestro corazón.

Pienso en el amor, intento medirlo y no puedo. No puedo saber cuanto ocupa el amor de una madre o de una abuela.

Pienso en la rabia. No puedo saber que porcentaje hace que una persona actúe con violencia

Aun buscando en Google no encontraría la respuesta. Desde una mente cada vez más científica que emocional, tengo que reconocer que lo que no es medible pasa a adquirir una peso supremo en nuestras vidas. Nuestra estabilidad se relaciona a muchos de estos conceptos.  

Sigo pensando que no puedo medir la ilusión de un niño cuando abre un regalo, la alegría que supone para alguien tener noticias de un buen amigo después de mucho tiempo, la satisfacción de los padres hacia sus hijos, el entusiasmo cuando consigues algo que pensabas que no lograrías...

Asumir que no todo es medible, ni predecible, ni asumible, ni previsible... Quizás el mejor objetivo es aprender a vivir sin controlar o esperar, sin medir, ... quizás aquí está la clave de todo para no esperar aquello que no llega o querer manipular lo no manipulable. Seguiremos pensándolo, seguiremos adelante, siempre adelante.

Buen fin de semana para tod@s!


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