jueves, 30 de abril de 2020

Post del Viernes: Libretas de vida...

Siempre me ha gustado escribir. En mi primer viaje, a los 17 años para ir a Costa de Marfil como voluntaria de una ONG para trabajar con los niños y jóvenes que vivían en la calle, empecé a escribir en una libreta todo lo que hacía y, especialmente, lo que sentía. Cierro los ojos y me veo escribiendo en muchos lugares del mundo donde he podido vivir y viajar. Recuerdo escribir:
- En mi pequeña habitación en Duékoué (África) protegida por una mosquitera después de trabajar todo en el día en un dispensario traduciendo a una maravillosa enfermera y curando las llagas de enfermos.
- En Lima, mientras nos disponíamos a cargar camiones, en frías noches de invierno, con grandes ollas en busca de los niños y jóvenes "pirañitas" que quizás dejarían de esnifar cola durante unas horas para compartir un plato de sopa caliente.
- En la furgoneta que me llevó a recorrer el norte de la India y descubrir Nepal haciendo un trekking por Pokhara.
- En Egipto mientras descubría la inmensidad de las pirámides o en Jordania después de visitar la majestuosa Petra y flotar en el mar muerto.
También en Cuba, Portugal, Senegal, los Parques Naturales de Estados Unidos o Canadá, en Nueva York, en San Francisco, los Ángeles, Boston o San Diego, en Japón, Singapur, Camboya, Vietnam, Finlandia, Londres, París, Roma, Croacia, México, Noruega, Australia o mi año de estudio en Nueva Zelanda. Creo que nunca había puesto por escrito los lugares que he podido visitar...y me siento muy afortunada  ¡Qué bien me ha hecho escribir y viajar! Creo que estos viajes fueron tan especiales por las personas con los que los hice o pude llegar a conocer. De ellos he aprendido que la vida es ver, escuchar y experimentar. Viajar es sentir que no eres nada y todo a la vez, que no tienes nada y que lo tienes todo, que el mundo puede ser muy inmenso o muy pequeño. Cierro los ojos y me traslado a algunos de estos lugares y casi puedo sentir lo qué sentía en algún momento concreto, recuerdo las risas compartidas con los de siempre, los apuros y malos momentos y los sentimientos de echar de menos a los míos desde la lejanía pero no siempre querer volver... Esta semana he valorado más que nunca y echado de menos el poder viajar. No siempre fue fácil, durante el curso combinaba los estudios con trabajos diversos para ahorrar y poderme pagar estos viajes y ahora me alegro muchísimo de ese esfuerzo. 

Recuerdo cada una de las libretas utilizadas, hasta podría recordar la pluma o bolígrafo con las que escribía en cada momento. No he perdido este gran hábito y algunas de estas reflexiones pasan a ser un post para este blog. Escribir es un acto terapéutico: te ayuda a ordenar ideas y sentimientos, te serena, te permite ver las cosas con perspectiva y relativizar. ¡Y eso es lo que necesitamos en estos momentos! Nadie se podría haber imaginado lo que estamos viviendo. Muchos de los proyectos que teníamos programados y por los que habíamos trabajado muy duro los hemos tenido que anular y otros agendarlos de nuevo, con la incertidumbre de si realmente serán posibles. La incertidumbre no siempre es una buena compañera de viaje aunque tiene sus ventajas: te hace darte cuenta de que nada es finito, ni para siempre ni seguro. La intranquilidad que en ocasiones te transmite puede convertirse en un motor de cambio, de evaluación personal o de punto de inflexión.

Ahora ya tengo una libreta más, la libreta del confinamiento. He reflexionado mucho: sobre  el trabajo, la importancia de leer e investigar, sobre la bondad, sobre la ternura, sobre los sentimientos que afloran cuando te falta la libertad y la posibilidad de elegir, cuando la información es confusa, cuando no puedes controlar la rabia o el enfado. También sobre la importancia de saber esperar, de confiar. Ojalá que cuando pase todo esto no olvidemos lo vivido, reflexionado y aprendido. Ojalá que sigamos valorando la importancia que tiene dedicar parte de nuestro presupuesto a la investigación y no al armamento, que la gente es más humana de lo que nos pensamos, que la salud está por encima de todo, que nuestros vecinos tienen un nombre y los sanitarios, celadores o limpiadores son los verdaderos héroes de nuestra sociedad. Ojalá que no olvidemos que somos lo que somos por nuestros mayores, padres y abuelos, que ahora tanto necesitamos. Ojalá que nunca volvamos a pensar que no tenemos tiempo para  un abrazo o una llamada.

Parece que en breve podremos salir de casa, hagámoslo con mucha cabeza y seamos responsables de cada una de nuestras acciones personales por el bien de los demás y por nosotros mismos. Pero cuando salgamos: disfrutemos más que nunca, de cada paseo, de cada entrenamiento, de nuestra libertad.

Buen fin de semana a tod@s!

jueves, 23 de abril de 2020

Post del Viernes: ¡No dar nada por supuesto porque NADA parece lo que es!


Sexta semana de aislamiento, algo más serena pero cansada de estar viviendo esta situación...como todos, supongo. Y no tanto por tener que quedarme en casa sino por los continuos cambios y contradicciones que estamos viviendo y aceptando. En mi caso, tengo la sensación de recibir un doble discurso e informaciones imprecisas que lían, cansan y pueden llegar a preocupar mucho más, ¿tan difícil es dejar la política a un lado y pensar más en la ciudadanos?

El aprendizaje de esta semana podría definirse en: No dar nada por supuesto porque NADA parece lo que es. Los medios de comunicación intentan explicar lo que está sucediendo. Según el medio, la información varía poniendo la mirada en un tema u otro. Las contradicciones son continuas: las  compañías de transporte públicos nos recomiendan que no los utilicemos, el gobierno insiste que estemos encerrados en casa pero anuncia que los niños podrán salir a la calle o que parte de la población tiene que ir a trabajar, el sistema democrático por el que lucharon tanto nuestros abuelos ahora se ha olvidado de ellos, no hay tests para los enfermos pero si que los hay para los futbolistas...¡Qué desastre!

Me pregunto si otro tipo de gestión de la crisis podría se posible...y yo creo que sí. Leo la realidad de otros países en la prensa internacional y descubro que no hay ningún país que esté presionando tanto a sus ciudadanos como lo hace España. Además, lo que no me consuela para nada, es que parece que esta opción no está dando los resultados esperados ya que seguimos siendo el segundo país del mundo con más muertos! y encima ¡no sabemos ni contarlos!  ¿Cómo podemos confiar en nuestros representante políticos? Tengo la sensación que nos tratan como niños pequeños con discursos patrióticos o moralizantes. ¡Qué horror sentirse tratada como una idiota! 

Observo y escucho a los que tengo a mi alrededor. Algunos ven esta crisis como una oportunidad de cambio, de transformación. Tienen la sensación que su mundo se haya abierto a nuevas oportunidades y es el momento de cambiar algunos aspectos de su vida. Otros expresan que este confinamiento no tiene nada positivo, sienten que el futuro se ha hecho pequeño, muchos se sienten aislados, saturados y miedosos. Yo intento mantenerme en el primero y pensar que este tiempo es solo una parada, un "retiro" que la vida nos regala para seguir aprendiendo y expandiéndome. En mi vida he hecho diversos retiros de silencio, el más largo de 15 días...experiencias impactantes que tenían un gran motivo y un final. Ahora siento que este "retiro" no elegido debe llevar a su fin...eso es lo que siento. El ser humano muere cuando se para, cuando deja de tener ilusión y esperanza y muchas personas empiezan a sentirse así.

¿Cómo afrontar estos momentos de incertidumbre? Pensar en el hoy y el ahora y no tener miedo se convertirían en las mejores opciones. El miedo confunde, satura, asfixia. En la consulta, antes de esta crisis, había acompañado a muchos adolescente que se sentían "muertos por dentro", desorientados, tristes y atemorizados...Yo intentaba explicarles que debían aprender a vivir con el miedo y la incertidumbre, vivir cada día como si fuese una nueva oportunidad y no como una carga o una prueba insuperable. ..ojalá que todos podamos encarar este periodo desde esta perspectiva.

Ayer, día 23 de abril celebramos de una forma muy diferente el mejor día del año: Sant Jordi. Para mi fue un día triste, quizás uno de los peores de esta cuarentena. ¡Lo que hubiese pagado por poder pasear por las ramblas, recibir la rosa que mi padre me hace llegar hace más de 40 años, recibir el libro y regalar muchos! Intenté celebrarlo, ilusionarme, escuchar los autores por la radio...pero todo fue diferente. El caballero Sant Jordi fue capaz de vencer a un gran dragón ...¿Por qué no lo íbamos a hacer nosotros? Ya queda menos...

¡Buen fin de semana sin miedos para tod@s!


jueves, 16 de abril de 2020

Post de Viernes: MICRO-VIDAS

MICRO-VIDA: 
Dícese de la opción de vivir la vida pensando que esta tiene únicamente 24 horas. 

Y esta es la opción que he tomado para seguir llevando lo mejor posible este encierro forzado. He dejado de contar los días para poder visitar a mi familia y amigos, de pensar si será posible volver al despacho, de viajar para realizar la carrera que tengo en mente o si será posible el próximo proyecto, ya que cada vez que hay un cambio en las fechas algo en mi muere un poquito.

5ª semana en casa y quizás es la que me está costando más... el motivo no es el aburrimiento sino algunas preocupaciones que este coronavirus trae a mi cabeza: pienso en las personas que enferman y en sus familias, pienso en personas que se han ido para siempre, pienso en las personas que deben salir a trabajar, pienso en cómo puede afectar este encierro mentalmente a muchas personas, pienso, pienso...Y el otro motivo que está haciendo que estén siendo días más pesados viene justificado por un cierto enfado hacia nuestros políticos que no dejan de dar informaciones contradictorias, de pensar que la población no tiene criterio o es incapaz de saber qué es bueno para él o para los suyos. ¿Miles de personas están obligadas a ir a trabajar pero los niños deben seguir encerrados en casa? ¿Cientos de personas están forzadas a coger el metro o el autobús pero el resto no podemos salir a pasear 10' o a correr manteniendo la distancia de seguridad? Sé que la situación no es nada fácil de gestionar y el tomar decisiones que impliquen la seguridad de tantas personas es una gran responsabilidad...pero ¿no toman decisiones dificilísimas los sanitarios o los autónomos que tienen que decidir cerrar su empresa? La sociedad está demostrando un comportamiento ejemplar desde hace 5 semanas y creo que falta confianza hacia ella. Me enfado y me revelo dentro de casa, por ahora puedo hacer poco más.

Quizás gracias a este confinamiento aprenderemos que realmente la vida es finita...cómo si tuviese únicamente 24 horas. La vida nos ha dado a todos un buen revés...y todos aquellos que estamos bien de salud debemos dar gracias por ello. Algunas cosas nos llevaremos de este confinamiento, seguro, aprendizajes y constataciones que quizás nunca hubiésemos hecho si no hubiese pasado esta situación. En pocos días nos hemos dado cuenta que:

- Creíamos que no podíamos vivir sin futbol y hemos descubierto que no podemos hacerlo sin sanitarios, cajeras o limpiadoras.
- Pensábamos que éramos invencibles y un pequeño bicho, que ni tan solo somos capaces de ver, tocar o oler ha parado todo un planeta.
- La información que recibimos la interpretamos según nuestras necesidades y deseos.
- Se ha hecho más evidente que nunca la vulnerabilidad de muchos colectivos.
- Tener aficiones hace que el confinamiento sea menos duro.
- El teletrabajo no siempre es la mejor opción para desarrollar ideas y proyectos.
- Educar es mucho más que transmitir contenidos.
- El encierro es mucho más fácil con dinero y con una casa con jardín.
- Necesitamos el contacto con la gente, mirar a los ojos, conversar.
- La sociedad es mucho más solidaria de los que algunos creían.
- Los miedos paralizan, la esperanza enfortece.
- El mundo sigue y el planeta se recupera gracias a que los humanos estamos encerrados.
- Sin investigación, no hay avance ni curación.
- Cuando salimos al balcón recuperamos  el "ruido social" que algunos echamos de menos.

¿Olvidaremos todo lo que estamos viviendo cuando recuperemos la vida normal? ¿Seremos capaces de vivir de una forma diferente?

Yo por ahora me quedo con mis micro-vidas donde sólo yo puedo decidir qué hacer, qué pensar y qué sentir. Fuerza para tod@s! Yo por aquí caminado, 672km en casa y más cerca de Santiago...
Buen fin de semana!

jueves, 9 de abril de 2020

Post del Viernes: ¡Darse cuenta que lo teníamos todo y no lo sabíamos!

Wanaka Tree
New Zealand

Darse cuenta que lo teníamos todo y no lo sabíamos...
Cuarta semana de cuarentena..con poco o mucho que contar...Mi amigo Jordi Nadal, editor de la maravillosa editorial Plataforma, fue la primera persona a la que escuché comparar esta gran crisis sanitaria con un túnel. La equiparaba con un largo y oscuro camino que teníamos que recorrer del que llegaríamos al final...quiero creerlo, no sabemos cuándo, pero estoy convencida que así será. 

Esta semana he pensado mucho y he llegado a una conclusión: ¡quizás lo teníamos todo y no lo sabíamos! No nos dábamos cuenta que podíamos:

- Disponer de libertad para salir y entrar de casa a cualquier hora y sin pedir permiso.
- Tocarnos sin miedo a infectarnos.
- Viajar: desde el mes de septiembre había tomado 36 trenes de alta velocidad  y 10 aviones ... ahora sólo puedo hacerlo con la imaginación observando mientras camino pasillo arriba pasillo abajo las fotografías colgadas de tantos viajes realizados.
- Besar sin tener que hacerlo por una pantalla.
- Visitar a mis padres sin pensar que soy una amenaza.
- Conversar con amigos delante de largos cafés.
- Decir te quiero mirando a los ojos.
- Abrazar a los peques de casa sin miedo a contagiarlos.
- Hacer deporte sin pensar lo importante que es para el cuerpo y la mente.
- Pasear por la ciudad sin sentirme culpable,
- Ver amanecer cerca del mar o en las montañas de Andorra.
- Nadar en la piscina o en el mar.
- Salir en bicicleta para acumular kms.
- Decidir dónde iríamos de vacaciones.
- Ir a la librería a comprar libros.

En estos días me preocupa que perdamos derechos y libertades conseguidas después del esfuerzo de muchas personas durante siglos, me preocupa la situación económica que tocará a muchas familias, me preocupa que este país no se haya dado cuenta hasta ahora que la investigación (en cualquier campo!) es necesaria para avanzar y encontrar soluciones, me preocupa cómo lo están pasando anímicamente muchas personas, me aterra pensar cómo afectará el virus en África, Sudamérica o en la India...me preocupa...

Saldremos de este túnel, ¡seguro! y lo haremos con muchas ganas. Quizás valorando mucho más lo que tenemos, lo que podemos hacer y especialmente, a quien tenemos a nuestro alrededor. Para ello es muy necesario mantener la calma, tener paciencia, cuidarse mucho para cuando llegue el momento poder salir estando preparados. Vivir más desde la cabeza que desde el sentimiento  y seguir rutinas que  nos puede ayudar mucho en estos momentos, yo es lo que intento hacer. En mi caso sigo madrugando mucho, estudiando, trabajando (esto del teletrabajo es una locura!)...y haciendo deporte...el que puedo en un pasillo de poco más de 20 metros. La motivación hay que buscarla muy adentro para ponerse a caminar 21km diarios. Quien ha pasado por este blog sabe lo importante que es para mi correr y hacer deporte (sé que lo es para muchos y que quizás otros no lo entiendan ). Pienso en correr, sueño con correr, necesito correr. Para esta temporada tenía planificadas 5 carreras que me hacían mucha ilusión y en las que ya llevaba meses entrenando sin saltarme ni un entreno. Ahora todas anuladas. También volver a competir en triatlhon de forma más regular y seria. Ahora todo anulado. Sé lo que supone para mí esta situación y pienso muchísimo estos días en los deportistas profesionales. Sé que hay muchos colectivos que lo están pasando muy mal y eso se transforma en personas muy cercanas a mi: personas que se dedican a la restauración,  al mundo de la aviación, autónomos, sanitarios...
Hace unos meses cambié mi rutina de entrenamientos y tuve la suerte de empezar a entrenar con Judith Corachan, Triatleta profesional y entrenadora  de triatlon https://judithcorachan.com/ y ahora formo parte de su equipo, todo un honor para mí. La mejor persona con la que preparar los retos que me dan tanta vida ... Para muchos debe parecer una cosa banal, para mí se convierten en un tercio de mi vida: me motivan, me ilusionan, me permite viajar, conseguir cosas que pensaba que eran imposibles... Pienso en Judith en estos días ya que sigue entrenando en casa, como puede, en una piscina hinchable de 3 metros y con 14º grados de temperatura, sobre una cinta de correr y una bicicleta enganchada a un rodillo (cuando normalmente hace pruebas donde nada 3,8 km, va en bici 180km y corre 42km). No pierde su compromiso y en estos momentos a mí me ayuda sentirla a mi lado. Siempre me ha gustado rodearme de personas trabajadoras, que miran al futuro, que se esfuerzan y luchan por conseguir sus sueños. Nuestra actitud será lo que determinará cómo saldremos de todo esto. Las decisiones que tomemos ahora serán muy importantes y creo que marcarán parte de nuestro futuro... y yo sé que tomaré algunas importantes, cada uno deberá decidir qué quiere hacer.

Mientras tanto yo en casa me he propuesto caminar los 830 km del Camino de Santiago , un camino "mental" que atraviesa todos los pueblos saliendo de Roncesvalles hasta llegar a Santiago de Compostela ¿Por qué? Para tener un reto en la cabeza. Será la 5ª vez que caminaré el Camino, ahora en casa...¡Quién me lo iba a decir! ¿quién se anima? Yo ya llevo 546km y mi donación es para la plataforma #yomecorono https://www.yomecorono.com/ que recoge dinero para luchar contra el Coronavirus. 

Buen fin de semana "santo" para tod@s!




jueves, 2 de abril de 2020

Post del viernes: ¡Date tiempo!

Tercera semana en casa. Los días pasan, la verdad que más rápido de lo que esperaba...la vida sigue... y nosotros tenemos que seguir con ella. 

En mi último post hablaba de la sensación que tengo de que hay muchas personas que este "retiro forzado" les está haciendo replantearse cosas en su vida...Ahora lo expresan sin miedo, sin vergüenza ¿nos estará pasando a todos? ¿vivíamos tan mal? Esta tendencia a "replantearse" me ha hecho recordar al filósofo vienés Ludwig Wittgenstein cuando recomendó que el saludo que debían usar los filósofos debía ser "Date tiempo". De esta manera los pensadores disponían de más crédito para reflexionar sobre sus propias creencias dándose cuenta de que se estaban cerrando a otras y permitiéndose abrir la mente a nuevas reflexiones. "Date tiempo" parece una expresión algo irónica en estos días pero he descubierto que no lo es...

Esta semana me he permitido "darme tiempo" para analizar cómo ha actuado mi mente y mi cuerpo en estas tres primeras semanas. La primera estuvo marcada por la necesidad de trabajar mucho para adelantar trabajo que tenía pendiente, aunque la mente no estaba para nada centrada, intentar modificar fechas de conferencias e inicios de nuevos proyectos, me envolvía un sentimiento de limitación y de pérdida, de renuncia impuesta y necesidad imperiosa de moverme con un cuerpo agarrotado que me pedía sudar . La segunda por sentirme más serena y resignada, organizada, interior y exteriormente, pero con la mente dispersa y cansada. La sensación de necesitar  moverme y sudar continuaba y se intensificaba así que los paseos por casa seguían siendo mi terapia deportiva...soñaba una y otra vez con correr. Esta tercera semana he sido mucho más "yo" , mi mente parece que ha vuelto a poder producir, eficaz y racionalmente. Sigo caminando y pensando, creando y echando a faltar muchas cosas y a muchas personas. Me doy cuenta de todo lo que teníamos y, temporalmente, hemos perdido...sueño con correr.

Pienso que esta vivencia nos cambiará a todos la vida para siempre pero ¿cómo? ¿para qué? Algunos pensamientos que se han repetido dentro de mi han sido:

- Más que nunca la salud de los nuestros está por encima de todo. Saber que están bien te da fuerza. Me estremece oír las cifras impactantes de enfermos y muertos. Nunca había deseado más ser doctor o enfermera. Pienso en el verano que colaboraré en un pequeño hospital en Costa de Marfil curando heridas y haciendo de traductora de francés de una enfermera maravillosa que me enseñó a tratar a los enfermos con el máximo de respeto y cariño ...parece que muchos recuerdos olvidados cobran vida en estos días.

- Los días, siguiendo rutinas, se hacen mucho más llevaderos. Seguir un horario es fundamental para que este confinamiento pase más rápido. Sigo madrugando y no duermo tan bien...

- Mi atención delante de una pantalla sigue siendo casi nula. Se me hace imposible poder ver una película de ficción. Lo único que he podido visionar es algún documental de no más de 20'. La radio sigue siendo nuestra gran compañera de cuarentena.

- Pienso en la gente que está sola y se siente sola. Dejo de pensar en ello porque me entristece.

- Las muestras de solidaridad me hacen emocionar y aunque sigue habiendo gente idiota que no entiende que la única forma de superar esto es quedarse en casa, me quedo con las personas que van a comprar para sus vecinos, cosen mascarillas o ayudan a montar hospitales improvisados sin esperar nada a cambio

- Pienso en tantos niños y jóvenes que están consiguiendo superar este duro periodo con más dignidad que muchos  adultos. Admiro a sus padres por la paciencia que en muchos momentos tienen que mostrar.

- Ayuda saber que todo el mundo vive la misma situación aunque constato que no con las mismas condiciones.

- La anulación de proyectos que me hacían ilusión me ha hecho, en momentos, perder el ánimo y la ilusión  pero no pienso tirar la toalla . Trabajar y trabajar para volverlo a conseguir.

- Sudar me permite renovarme y empezar de nuevo. ¡Muévete! Eso me digo. Camino un mínimo de 20km al día y eso me hace sentirme bien.

- Pienso que muchos colectivos están dando la talla es esta monstruosa situación: sanitarios, personas de la limpieza, cuerpos de seguridad, vendedores del super, maestros, psicólogos...creo que los políticos vuelven a no estar a la altura.

¿Seremos capaces de ver el mundo con ojos nuevos cuando todo esto acabe? ¿Cuántas personas se atreverán a cambiar cosas de su vida? Sigamos pensando en ello...¡Date tiempo!

¡Mucho ánimo para tod@s!